domingo, 26 de noviembre de 2006

Habemus pecunia

No hace ni una semana que tuve que pagar para entrar en una catedral... ¡uy! ¿Acaso no es el refugio de los que piden clemencia? ¿Acaso no se hicieron las catedrales con el dinero del pueblo? ¿No eran mis antepasados miembros del pueblo? No lo sé... pero pagué... Bastante tienen que aparecen en declaraciones de renta, y bastante tienen ellos allí metido, en su país, en el Vaticano... (Estoy cabreado).
(Bueno, ya menos). Tuve la suerte de poder ir no hace mucho, si, unos días por Roma, y me acerqué varias veces a San Pedro, que es curioso, pero pagas para entrar en la Catedral de Zamora, y en ésta no... Bueno, pues eso, que fuí, y viví la majestuosidad de otras épocas y me sentí realmente diminuto ante tal basto imperio, dominado por aquella cúpula (en la que hay que pagar para subir, ahí si). Aquel control de sillas, valladas todas en el patio de Dios, rodeado por esa inmensa columnata, en la plaza del obelisco, ¡al ladrón, suelta eso que no es tuyo! Aquellas estatuas gigantes del dueño de las llaves del cielo, aquellos guardias que se llaman suizos, pero son vaticanos... Y aquel detector de metales, qué crueldad al marcapasos, aquella puerta obligada por la que pasamos para entrar a la Iglesia Católica más grande del Mundo... Qué desgracia... cuánta magnificencia de una religión cuyo Padre era carpintero... ¡qué contradicciones en mi mente! Cuánta luz, qué lujosidad, ¡qué bárbaro el baldaquino! ¡Y qué increíble Miguel Ángel! Lo digo porque entré, ya de estar allí, pagando unos reales... vuelta la burra al trigo... a la Capilla Sixtina, y al complejo Vaticano... pero si ya me pareció grande, ¡madre lo que se guardará! Aquello era inmenso, de valor todo incalculable, de grandeza inabarcable y todo de prefijo "in-" porque realmente todo es "in-"... Los patios, las salas de Rafael, los pasillos interminables llenos de pinturas, de cuadros, de relieves... ¡Cuánto poder! Y yo, con mi recuerdo de haber echado alguna moneda o resto de propina cuando era pequeño en la hucha del colegio, pensando que sólo una estatua de las que allí había, servían para comprar el colegio entero, ¡lleno de huchas! Y me sentí mal, pequeño, inútil, mínimo... Y sin sacar más que una foto a hurtadillas para que no me llamasen la atención en la Capilla Sixtina, me fuí a la calle a bordear aquel muro enorme, de ladrillo regular, y que oculta, entre otros, el dinero que hace falta en otros Mundos.
¡Qué desastre de... de... aggg!

viernes, 24 de noviembre de 2006

ZP dando un mítin... y yo en la espicha

Talante. Le llaman Mister Talante. Él, quien fué a clase ahí en la esquina de esa calle junto a la Catedral e hizo la comunión con mi padre... Sí, una de esas cosas que dices porque chocan, como que Marianito el del PP fué al mismo aula que yo ahí en Jesuitas... Bueno, pues él, Zeta Pé, como se escribe lo que le llaman, volvió a su tierra, y del brazo y agasajado por Francisco Fernández, (el Santo) que grita que "lo que le quitó una moción de censura se lo devolverá el pueblo", y Miguel Martínez, el de siempre en San Andrés, el del mechón canoso al viento, se llenó de orgullo y satisfacción viéndose rodeado por 1500 de los suyos, claro está, no iba a ir uno de los de Rajoy.

Y es que éste Zapatero, hace "promesas que no valen nada en esas cuatro paredes"... y lo del Inteco (Instituto Nacional de Tecnologías de Comunicación) y lo de los peajes parece muy muy lejano. ¿Como va a ser León el centro de la Comunicación, viaria y tecnológica, si en algunos pueblos de la Provincia, que no tienen acceso asfaltado, y cuando nieva apenas abren las puertas de las casas, aún no ven la Sexta? ¿Y sobre la construcción de la Ciemat (Ciudad de la Energía) de Ponferrada? En fin, qué ilusos meneando el banderín... ¿qué pensará Jose Luis sobre la manifestación que colapsó el centro de la ciudad? ¿Y de la espicha a pocos metros de donde él prometía y prometía más y más, haciendo creer que hará todas esas cosas? ¡Ay mi aeropuerto bonito, que anuncian en la radio que ya tenemos segunda puerta de embarque... y dice el Señor que vive en la Moncloa que será junto al de Bilbao, el puente de Madrid con el Norte... jijiji, ¿qué pensarán en Valladolid?

En fin, "Sosoman", como decían en los guiñoles, o mejora usted o se va a pique, como "el portaaviones" (mis amigos saben por qué lo digo) y no es que apoye a Rajoy, válgame Dios, que no me gusta la Política, pero el gobierno del PSOE creo que ha ido cayendo poco a poco, y como no hay más, ¡hasta el PP parece bueno!

martes, 21 de noviembre de 2006

La rana de la lujuria, encontrada.

La rana significa lujuria, proximidad al estudiante menos estudioso, el que busca ocio y diversión... y así se simboliza por Salamanca, y es que esa era una de las ciudades de nuestro viaje.

Todos nos pusimos como locos a buscar una rana allí arriba subida, reposando en una calavera en la fachada de una Universidad que ya tenía 8000 estudiantes en tiempos de los Reyes Católicos, es decir, año 1492 y alrededores…

Visitamos, entre otras, las aulas en las que impartía clase Miguel de Unamuno, o Fray Luis de León, quede claro que no era de nuestra ciudad, sino de Cuenca, aquel que fue arrestado dando clase y tras varios años en la cárcel se presentó una mañana en el aula, esa que tenía los bancos estrechos de madera, diciendo “Como deciamos ayer…”.

Entramos también en la Catedral Vieja, viendo la Segunda colección de pintura románica más importante conservada después de la del Panteón de los Reyes de San Isidoro en León… paseamos hasta la Plaza Mayor, símbolo del progreso urbanístico y ordenamiento, limpieza y saneamiento de la ciudad. Vimos el río Tormes, que dio nombre al más pícaro mendigo y personaje de la literatura española, y parte de ciudad desde el Huerto de Calisto y Melibea, que no eran Romeo y Julieta, pero tenían alcahueta. Nos sentimos doctores de las Españas, viendo los vítores pintados con sangre de toro en las paredes de los edificios. Fotografiamos la Casa de las Conchas, esas que dicen que debajo de cada una se esconde una moneda de oro, y por supuesto, y como no podía ser de otro modo, salimos de fiesta.

Un bar de Erasmus de Salamanca, el reencuentro con muchos amigos que eligieron otra Universidad para estudiar, una chupitería, un pub (antiguo palacete)… y no sé si algo más… ¿alguien se acuerda? No, claro que no...

Y al día siguiente, tras una mañana en la que la gran mayoría durmió, visitamos Zamora, antiguo poblado de los Vacceos, y lugar de control de la Reconquista del Reino de León, y caminando por una calle mojada por la lluvia, nos fotografiamos junto a la Catedral y nos sentamos un rato en la muralla del castillo, viendo el Duero, viendo como caía la noche y terminaba un viaje, que si bien era corto, fue de lo más entretenido.

viernes, 17 de noviembre de 2006

"Ademar, mi fiel amigo..."

Es un equipo de los de lanza en astillero... de blanco vestir, azul o rojo, con las marcas éstos años de unas señales de curva peligrosa en su camiseta, en su pantalón, ahí donde la etiqueta de Productos de León sellaba una pata ajamonada, pues es éste equipo de hombres grandes, de gente enorme, altos y de sonrisa permanente. Gane o pierda quien se lleva cada partido mi voz, mis ilusiones, mi Ademar, siempre está ahí, siempre sonríe. Juega mal o bien, más veces gana de las que pierde, y la grada... ¡qué decir de la grada! Por ver un fondo recuerdo el naranja, por poner esquina oigo el "Ademar mi fiel amigo", y a su frente a los sentados de pancarta de manifestación, y a su lado al reflejo de una Universidad que cada vez tiene menos alumnos, pues todos se van, como el que dejó a la deriva su peña, y como ya se fueron los de la pancarta de sábana, los alternativos...
Dicen que fué hace 50 años cuando se fundó, ahí en un patio de colegio, y de la idea de unos "locos" ha salido un campeón de liga, un reconocido por Europa, ganador de varios trofeos internacionales, y un eterno "matagigantes" porque si de algo se caracteriza, es de su garra, tesón y cercanía, siempre desde abajo, de lo más simple, porque así se logran triunfos, y lleva al deporte leonés, a ser conocido más allá de donde no se ven las torres de la Catedral, porque éste equipo es una familia, es de todos los leoneses, es algo más de nuestra vida.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Mundo maño punto maño

Pocos maños conocía yo. Sólo Marianico y aquel que presentaba el Un, Dos, Tres la vez que "vamos a leer", pero no sabía que Zaragoza, antiguo reino de Aragón, escondía entre el Pilar y el Ebro gente tan maravillosa como la que pude conocer hace unos días. Sí, ahora recuerdo compartir unos días con otros en Macedonia, tierra de Alejandro, pero hablaré ahora de una especie de pareja que llegó una somnolienta mañana a la estación de Roma, y poco, o más bien nada pude hablar con ellos. Cierto, no lo olvido, me dormí en el tren, pero una vez pasaban los minutos y los momentos en aquella ciudad cerca del Vesubio llamada Nápoles, ciudad que vió antaño los rizos de Diego Armando, lugar de camorras, disparos y simpática alcaldesa, los fuí conociendo. Una era cual pluma, fina y delgada... muy delgada. Quise verla un día, pero tuve que mirar dos veces... y el otro, el supuesto novio no era más que un maño, elegante y acompañante, pero maño, y vivía incrédulo las situaciones de ésta gente hasta que enfermó de lo mismo, y cayó en el saco. Ya antes estaba la morena, la supermaña, la que hablaba con acento, la que durmió en nuestra habitación del albergue dos noches pese a estar prohibido el acceso a esa planta por parte de las chicas... Pues mañana ella: Durmió dos días, sí, sí, no le miento, encima mío, a explicar: en la litera superior. Ya te digo que ésta gente venía fuerte, así que no hubo forma de no poder conocer a otras dos, guapas ellas, como todos los que cito, que si bien una cultiva ciertas plantas en su casa, ahi, donde estará ahora su madre regando un tiesto cual gladiolo, y la otra, rubia, señora de Ataturk, creía hacernos ver que no pasaba nada, pero ya estaba marcada. Del resto, Erú me libre de no mentar ninguna hazaña, y por pedir perdón, tampoco menté a éstos cinco, que a buen seguro si tuviesen caballo, firmarían el Apocalipsis.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Que jroña que jroña.

Grande, grande es el misterio del amor. Si bien, uno está una sóla vez enamorado, o eso se suele decir, y quizás sea cierto, no digo que no, y a pesar de que mis amigos y yo nos enamoramos varias veces cada día que salimos de fiesta, si que es cierto que siempre queda algo con alguien que te ha sido especial. Y con cada cual algo diferente, pero es con esa primera persona con quien mejor has estado o mejor estás, la que más te marca y la que recibirá las comparaciones de todas las posteriores. Ese será el estereotipo que buscarás durante un tiempo, o ya para siempre, y de nada te sirven otras guapas u otras majas, porque no. Tú siempre seguirás con tus pensamientos sobre la misma persona. Buscarás alguna que tenga su misma cara, su mismo cuerpo, su mismo pelo. Y asi me está pasando a mi, su mismo pelo... Qué triste, what a pity, dicen los de habla inglesa, pero ya es triste que yo, repetidor por inglés, alumno de los que siempre, cero, cero, de los de más cero y fijo en las recuperaciones, sea el Relaciones Públicas de la asociación de estudiantes más grande de Europa, en su sede de León. Qué complejo es el mundo. Y cuánto más si me ven y sorprenden mis profesoras de inglés de antaño. Y es que la vida cambia mucho, y ahora, voluntariamente, me apunté a un curso de inglés. Y voluntariamente me esfuerzo por aprenderlo, y practicar, y poco a poco intentar hablar más y más. Por eso, cuando una griega me ha vuelto a abrir la esperanza de un amor olvidado, me pregunto si tendré que saber griego, o ese inglés que todo el mundo habla. ¿Para qué apuntarme, papá, a matemáticas II y no a griego en el colegio?. Quizás ahora lo sacase más provecho... más que a las mates fijo... El caso es que yo aprendo inglés, porque el griego ni se me pasa por la cabeza... lo primero ya es el alfabeto, que es diferente, y "no está el horno pa bollos" y la pobre aprende español, porque al fin y al cabo, mis piropos son en habla hispana. Así que hacemos un spanglish que no es que sea muy ortodoxo, pero tampoco muy católico, aunque es de mayores no entender, cómo un chaval de Villaobispo habla con una ateniense cada día sin abrir la boca. Así que sin más os dejo, que el botón del Messenger ya luce. Me habrá enviado un nudge...