Es este grupo uno de los más singulares de los que hay en su mundo. Y es que hay una que planta ciertas propiedades de herboristería en casa, cual geranio, y con permiso de sus padres... y otra que expulsa cierta bebida cual erupción volcánica sobre ella misma... una es de su tierra, pero no hace falta jurarlo, y otra baila y danza tras la barra, así jamás pesará más de dos arrobas. El único, es más que elegante acompañante, es un hombre que aguanta fiel a su estilo, y sabe tomarse un tiempo para degustar los restos de una fiesta alejado de las doncellas.
Un grupo peculiar, y allá donde va uno viajan todos, y si falta uno ya no son grupo, cuán listo soy, juas, pero cuando al agua le echas más oxígeno tienes agua oxigenada, y si falta alguno, ya no es agua oxigenada. Y agua se bebe con resaca, de esas que se cogen los amigos, pues pocas veces que coincidimos, mucha agua que necesitamos.
Fué en Roma la presentación de unos pocos, y en Nápoles la de otras dos, y todos creamos un complejo complejo que encendió la mecha en Pompeya y explotó en Madrid a finales del año pasado. Qué pareja va la vida y qué singular es todo esto, por eso un mangante cazurro y el que escribe éstas líneas los esperan en unas fiestas de allá su tierra y no del resto del Mundo, sólo de su tierra, para ver la Pulchra y Botines y tomarse unas tapas en el barrio más famoso del Norte de España, el Húmedo. Vayan cargando cubos de agua, que la resaca viene de Zaragoza.
1 comentario:
Me he enterado que no viene Rosa-Rosae...
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