No hace mucho escribí unas líneas sobre la indecisión que ocupaba mi mente para con los días de éste verano si bien ahora se está ganando la credibilidad de ser verano, y no este frío y lluvia con que iniciamos Junio. El cambio climático está llegando. Se acerca sin apenas darnos cuenta, y al parecer los gobiernos no dan muestras de querer cambiar todo esto. Los dueños y responsables de una guerra fría en pleno deshielo se reunieron ésta semana para echarse en cara unos misiles y un “sigo siendo tu potencia enemiga”. Hablé con un amigo de toda la vida, que ahora saca sus últimos estudios en Dinamarca, y si bien aquí hace frío, en nuestra España soleada, de turistas y playas, allí fue él anteayer, en pleno Copenhague, en pantalón corto y sin chaqueta a la Universidad… Fue esto y una de las últimas oportunidades por no decir la última en los últimos dos años, tiempo en que Jorge ha estado en tierras normandas, lo que me llevó a tantear una visita. Punto y seguido, estaba confirmando el billete. Curioso y a la par extraño. Más caro es viajar de León a Madrid en autobús, que de Madrid a Malmö en avión. La vida no dejará jamás de sorprenderme, pues el día que deje, no será ya vida, sino muerte. Y es éste camino al que va la vida, ésta senda tortuosa, de humos y gases al exterior, la que podría llamarse Apocalipsis, y en buena parte diré, que tras Dinamarca y un campamento en León, Summer University de AEGEE incluído, inseparable en mi vida desde aquel viajecito a tierras de Alejandro Magno, bien conocido por postre de frutas variadas y una mermada y querente renacer Bulgaria (olvidada la idea de “Gran”), me sumergiré de nuevo en Grecia, volviendo a ver el ya familiar Licabetus, Acrópolis, viajando ésta vez a Corfü, que otros llaman Kerkira, y luego surcar el Mediterráneo hasta Patmos, allá donde San Juan, sin saber nada del cambio climático, escribió un fin del mundo, desde el propio Paraíso. Un regreso a León aguardando una llamada que finalmente me haga desempeñar lo que tanto trabajo me costó aprobar, y un verano resuelto, habiendo disfrutado con mis amigos allá donde no alcanza la razón de los que no salen de su casa, y sobre todo, echando de menos León, porque cuando más lejos estoy, más cazurro yo me siento.
2 comentarios:
¡¡Vaya verano te vas a pegar!!
A ver los resúmenes y comentarios de esos viajes que te vas a meter para el cuerpo... qué envidia sana!!!
Publicar un comentario