Acaba un año horrible. Empieza otro año duro. Seguimos sumergidos en los estragos que nos dejó la burbuja inmobiliaria y los años del despilfarro, y pese a que hablan de brotes, no nos los acabamos de creer porque no los vemos. Los sueldos han bajado. Las tiendas y empresas cierran. Las cifras de paro no engañan. Y mucha gente se va ya no solo de León, como era habitual, sino que ahora se van hasta de España. Como hicieron mis abuelos, y tanta otra gente allá en los años 50 y 60.
Entra 2015 con juicios pendientes a políticos, empresarios y hasta para la hermana del nuevo rey, que dará hoy su primer mensaje navideño. Habrá elecciones nacionales, de autonomías y locales y algo ha de cambiar si no queremos seguir igual de mal. Necesitamos un giro, un borrón y cuenta nueva. Vamos a probar.
Si este año saqué un curso de Ofimática y de Profesor de Formación, apostaremos por nuevos cursos a distancia y en materia de Juventud, porque el camino se hace andando, y habrá que dar un empujón a estos sueños desde Terrinca. A estos deseos y ambiciones. Ya os iré contando.
¡Ah! ¿y esta nueva dirección? Pasó algo raro con la de toda la vida, y al menos pude rescatar los textos, no así las imágenes, por eso os invito a que a partir de ahora, en vez de picar en aquel "emestudios", piquéis en "oscarronda", más fácil, así no se os olvida. Felices fiestas y a por el 2015. Nunca bajemos la guardia, y luchemos.
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