Es duro escribir una historia y tratar de hacerla real. Es duro y a la vez interesante. Digamos que tenemos una base de que todo o casi todo irá influenciado por otras historias, otras lecturas que hayas hecho. Ya quemaban los libros en el Quijote haciendo una de las primeras críticas literarias. Libertad o al fuego con Palmerines y Tirantes… Digamos que yo presuponía una base de cuando era pequeño. Un mapa y unos límites, nombre de países y regiones imaginarias, de tierras de otros planetas, de otros mundos anteriores. Y cuando vas creando a los personajes, los vas modelando, te gustan, te dejan de gustar, los odias, los matas, los echas del libro. Borras todo donde aparece y vuelves a retocarlo. Tienes a otros personajes que se copian y no va a ser posible ponerlos, cosas del copyright, derechos de autor, de libros y aventuras anteriores. Se asemejan quizás a alguno que ya conoces de alguna lectura espontánea, de alguna película histórica de esas de tiempos de antes, que si, ya sabes que te gustan tanto. Hay que andar más espabilado y hacer algo singular. No pongas marcas, al garete con la identidad de personajes y tribus. Retocas otra vez la historia. Tienes una buena parte hecha, rehecha y masticada. Tanto que ya casi ni te gusta, y tras dejarla a varios amigos, te dicen y anotan cosas que la verdad, son obvias de quitar. No te gusta nada, así que modificas en tu libreta la historia, quitar de ahí ese problema, y al fin y al cabo, vas construyendo una historia que no se parece para nada a la idea original. Aún no has acabado el cuento. Relees lo que escribiste hace un tiempo y cambias algo. Eso te hace cambiar lo posterior, porque hará referencia y no sabes si será mejor escribir cosas sueltas o una historia compleja y entramada. Eso será, pero te lleva mucho tiempo. No sabes si meterlo todo junto, si será demasiado extenso, pero te surge la idea de una trilogía. Eso multiplica el trabajo, pero podrás añadir más cosas, hablar con más detalles… Andas detrás de un par de concursos que pueden premiar tu obra si al fin y al cabo algún día la terminas, o por lo menos puedes decir que la has presentado a algún concurso literario. Eso te da estima, te da ganas de escribir más y mejor. No tienes nada. Sólo de momento, un blog en el que pones tus ideas, tus pensamientos… Vale, te han llegado noticias de que lo lee gente variada, y con buenas críticas, pero no es más que un blog. Ojala pudieses escribir en un periódico, ojala en una revista… pero tú estás ahora en lo otro, en tratar de coser y enhebrar unos hilos de un libro que empezaste hace ya unos años, y que a día de hoy, varía como el tiempo, como la vida, al fin y al cabo, todo cambia, “panta rei”, todo fluye… ay de verdad… ¡Qué complicado es escribir un libro!
3 comentarios:
Pero no desesperes
¡¡Jamás!!
Desde luego si estas escribienod un libro que sea una triologia, o mejor tres trilogias, varias pentalogias. Leerte es un placer y con ese estilo tan directo, estamos deseando que ese libro vea la luz!
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