Crónicas de mi barrio, Savia nueva, Óscar Ronda
Cada viernes tengo un espacio en la opinión de este periódico, humilde donde los haya, que poco a poco se hace un hueco en los explorer y chromes de vuestros ordenadores. No somos de papel, no, no tenemos dinero, además eso ensucia el medio ambiente, e incluso, lo destruye. Crónicas surgió de la intención de poner texto a los gritos desgarradores de la gente que clama sin ser oída. De esos problemas en los barrios, de esas trifulcas y desventuras dela gente que forma León, su alfoz, nuestro entorno.
Dimos un salto y nos abrimos más camino. Del blog creamos periódico ydejamos en buen lugar un apartado llamado crónicas y con gente muy preparada, e importante, gente de a pie, sacamos cada día las entrañas de lo que pasa, analizando y criticando, presentando y denunciando el estado de las calles, los edificios, los asuntos políticos, escritos de nutrición, de la vida misma. Asuntos de los mayores, de educación, de la ciencia y de cómo superarse. Todos los colaboradores son personas expertas en su area, aún asi nuestros artículos son de opinión, insisto, opinión. Temas candentes, los bancos, las cajas, las elecciones…
Desde “Savia nueva” os traigo temas que interesan a los jóvenes, historias, comedias, tragedias y comentarios que hablan del mundo, de política, de religión, de los deportes, botellones, de los pueblos… de lo que sea. Siempre lo escribo desde el punto de vista que tiene un joven cazurrón, como me gusta decir, que se abre paso con trabajo y sin trabajo, con esfuerzo e ilusión, con suerte o sin ella. Con razón o sin razón. Es opinión. Una humilde opinión. Y de esas vive la familia de Crónicas.
Cada día recibimos confesiones desgarradoras en nuestro correo, y en ocasiones nos vemos desbordados por querer hablar de todas, dejándonos llevar por la ilusión de quien nos escribe. Somos humanos. Nos pueden los corazones y a veces no acertamos a contar la realidad con datos objetivos. Insisto, somos humanos.
En el artículo de “No hay teatro para tanta tragedia”, personalmente tuteaba al Alcalde, y con el corazón de esa gente que pedía respuestas sobre la escuela de Teatro Municipal, quizás no en el día más acertado, dejándonos caer al lado del pequeño, del no político, cargamos las yemas de la mano y aporreamos el teclado dando forma a un texto que hoy queremos completar.
Es fácil, perdón, quise decir muy fácil, criticar al Gobierno. Es muy fácil echar la culpa a la gente que dirige y copa los altos cargos municipales o de otras entidades. Poco pensamos en ellos y en sus sentimientos al acostarse y llevarse a la cama la carga de haber cerrado un par de centros de mayores, o apenas pensamos en ese momento del desayuno entre legañas o vistiéndose, pensando en la rueda de prensa que tendrá que dar en un par de horas para anunciar el despido de cientos de empleados. Vivimos en una sociedad que ahora carga contra los políticos que se ven forzados a tomar medidas de ajuste o de saneamiento. Poco nos acordamos de los otros que antes lo despilfarraron, que del mismo color o del otro, o del otro del más allá, pero que en tiempos de fuertes ingresos hicieron crecer la ciudad con puentes, colegios y centros innecesarios, que ahora todos tenemos que sostener, mantener y/o cerrar.
Tiendo la mano desde estas líneas a aquellos lectores que quieran opinar y dar solución a estos problemas. Que nos digan una y otra vez lo mismo, que nos aburran, o que busquen alternativas a las ya escuchadas “Que se bajen el sueldo”.“Que no chupen tanto”. “Que apoyen a nuestros clubes”. “Que no echen a la gente”.“Que se metan ellos en la mina un día, sólo un día”… Queremos ser la voz de esa gente que no sólo critique, sino que también buscamos soluciones. Queremos publicar respuestas y alternativas, ahora tenemos la certeza de que nos leen y como consecuencia escuchan.
A los que habéis querido ver algún tipo de comparación en el texto anterior, os diré que no hay comparación alguna con la pérdida de un ser querido. Como tampoco la hay con la de quedarse sin empleo y sin recursos para dar de comer a tu familia, como tampoco la de perder tu casa y tus ahorros, o la de perder los sueños de futuro por la decisión de unas personas que tienen que hacer así su trabajo, y te toca y te tocó. Y se acaba el paro y se acabó. Son cosas, particulares, diferentes y todas, sin desmerecer, importantes.
Lo siento Emilio, lo siento mucho, un trabajo se pierde pero podemos encontrar otro, un padre es insustituible. No ha sido la intencion de este digital desmerecer, juzgar o comparar tu dolor con ninguna otra situación.
Emilio, me permití el lujo de tutearte el otro día, y hoy lo voy a hacer de nuevo. Estoy convencido de que navegamos en la misma dirección. Date por seguro que seguiré cada semana al tanto de lo que pasa en mi ciudad, ésta que tanto queremos y ésta por la que tú y yo luchamos y nos negamos a abandonar porque necesita de nuestra fuerza. No arrojemos la toalla. Vamos a hacer que cada día que amanezca sea un día inolvidable, aprovechándolo al máximo y dando lo mejor de cada uno, para que en nuestras áreas, todo vaya viento en popa, y juntos todos salgamos adelante. León es muy bonita para dejarla que se muera, ¡y ni tú, ni yo dejaremos que lo haga! ¿Te hace?
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