martes, 9 de abril de 2013

Qatar, lejos de los españolitos de a pie


Una tras otra. Sorpresa tras sorpresa. Aunque apenas ya es sorpresa... Si bien hace unos días os dejaba unas líneas sobre la ética dudosa y nefasta comparativa de tres entrenadores de equipos nacionales, entre los que encajaron al sin vergüenza de Valero Rivera, hace un par de días me reafirmaba en mis pensamientos, en mi opinión. 

Resulta que a Urdangarín, en proceso judicial, no le quitan el pasaporte, (qué suerte tienen algunos) se puede pirar donde quiera, y ahora se va de ayudante a Qatar con el Señor de la ética Valero Rivera. Qatar, Qatar... ¡vaya, allí tiene amigos el Rey! ¡Los árabes siempre con el Rey! Amigo, amigo, amigo mío. Suena a cadena de favores, mira. Que Valero estuvo enchufado y le pintaron siempre arriba, suerte que tuvo, entrenar al mejor equipo de balonmano de los 90´s en una época en que el Barça arrasaba todo a su paso, lo condujo a ser amigo del, vaya usted, qué cosas, aquel entonces jugadorazo del Barça, Iñaki Urdangarín, que acabaría casándose con la infanta soltera de un Rey entrañable y sobre todo campechano. ¡Qué bonito! Campechano es la palabra. Campechano y amigo de árabes, sí, donde ahora envía a su cuñado, pero tú no digas nada, que ya soy yo el mal pensado. Vaya vaya. Una boda de relumbrón y de cuento de hadas. Eran tiempos de bonanza. Se vivía en una pompa como nunca antes tuvo España (bueno sí, aquel siglo de oro, pero eso fue hace mucho y ni si quiera era España). 

La burbuja se picó, empezó todo a investigarse y todos buscaron las pesetas camufladas en euros, y aquel tío alto, majo y rubio que todas las madres quisieron para sus hijas se descubrió como un listillo que utilizaba su nombre, renombre y condición para vivir mejor que el resto de españoles, que sobrevivían aún felices viendo a la monarquía como algo bueno, bondadoso y crucial para nuestra reciente historia. 

Dicen que la princesa no tenía ni idea de los negocios de su esposo. ¡Bendita condición del matrimonio! (Y mientras tanto Rouco bautizando a otro, a otro, a otro...). Haciendo hijos y más hijos, ¡pobre infanta! No había tiempo para ver las nóminas entre tanto viaje para esconderse en América. El tío campechano, el amigo de Corinna, el careto de los euros, sí, el mataelefantes africano… ese mismo al que le debemos frenase la revuelta de Tejero, los mandó para allá, lejos, fuera a ver si pasa todo… pero eso también se desveló, y entre unos y otros dejan en entredicho una vez más a su cuñado, a su hermano, a su hijo, Felipe, el heredero, haciendo bueno a quien primero abandonó el barco: Marichalar. Mira tú por donde... el feo, el tonto... sí sí... 

A ver si resulta que Tejero fue el único que echó huevos por cambiar el modelo de una nueva España, que recién salida de una Dictadura, puso a los mismos ministros de antaño a redactar la Constitución y constituir eso que llamaron Transición por camuflar que todo seguía, y seguiría, como mandaban los de antes… Llámalo X, llámalo Y, pero hoy en día, con lo que dicen, con lo que pasa, con lo que hay… más de lo mismo, apenas me creo nada, apenas ya hay sorpresas.

No hay comentarios: