Podría ser un encuentro sectario, podrían venir los guardias en tiempos de dictadura y desplazarnos con fusiles y porrazos al medio del monte, porque es que estábamos en lo más sano, entre vacas y casas de piedra, pero más bien esto fue una reunión de amigos, en tiempo de paz, ya que hace tiempo que veo al rey boca arriba, y bajo el nombre de AEGEE, trabajan voluntariamente para ayudar a los extranjeros que vienen a estudiar a España, y a promover una Europa sin fronteras, sin barreras.Varios de nosotros habíamos ya acudido a alguna de éstas reuniones de Portugal, España y sur de Francia, pero todas y cada una de las setenta personas que allí estábamos íbamos a Solórzano, cerca de Solares, capital del agua de Santander, con una motivación diferente. Unos a conocer a gente, otros a pasar el rato. Otros eran organizadores, y otros iban a cantar por ser nueva sede (Enhorabuena AEGEE-Coruña). Unos llevaban el maletero lleno de sidra y otros simplemente comían, dormían y paseaban la moña. Yo fui con la idea de aprender, y de enseñar. No soy nuevo en esto, pero no todo se sabe. Me gusta escuchar a gente como Juan, Virginia, Txema… Esa gente que lleva más tiempo, y que saben responder a cualquier pregunta de la Asociación. Me gustó y me sentí arropado cuando apostaron por mi para dar una charla. Me sentí importante. Me di cuenta de que he espabilado en la Asociación y la gente lo ve. Sentí después de esto, que la gente tiene ganas de aprender, de hacer cosas. Comprendí que la nuestra de León, es la más activa, y que el “orden e progresso” que nos define, escuchado en voz de Joao el de Porto, es increíble. Allí delante, resumiendo el trabajo de la tarde del Sábado, no sólo oído, sino escuchado, entendí que ahora estoy más del otro lado, que estoy en el lado de los que tienen que dar la cara, de los que tienen que cargar con el aprendizaje de los demás. Punto clave fué la presentación de los proyectos de AEGEE-León, en el vídeo promocional… Y por supuesto, el Domingo por la mañana, en la charla final, en aquel probador improvisado entre sesenta o setenta personas legañosas, a las que pude arrancar unas cuantas carcajadas diciendo verdades como puños, como un transcurrir de la gente por la asociación con el cual muchos se vieron identificados, pero que nadie se para a pensar en ésta vida tan ajetreada, donde las cosas vienen, se solapan, como capas y capas de camisetas, cual cebollas, llorando en cada despedida por esa gente que vas guardando en la memoria, con la que vas aprendiendo, con la que esperas la venida de la nave... con la que vas progresando…
6 comentarios:
Yo estuve allí, y ole tu monólogo!!! el club de la comedia te está esperando!!!
Buen finde y buena 'crónica'
me he kedado deseando el siguiente evento
(y la summer con León,ni ke decirlo tengo)
un besito desde el norte
Gre!
Cuando leía, veia reflejado el fin de semana en mis recuerdos. Gracias por tu texto y enhorabuena por tu charla. Asi da gusto!!!
Eres un grande!!
Que grande eres Oscar, que grande, que magnifica manera de describir un inolvidable, por muchas razones, fin de semana. Solo espero, y confio en ello, que el proximo NM que deseo que sea en León, tenga tan grandes momento como tuvo este. Y como socio de honor, es para mi, valga la redundancia, un honor pertenercer a AEGEE León
i must agree with cesar (he's old and wise as we all know by know ;) )!
i loved the improvisation bit, but i heard you rehearsed for it...so it wasn't that much improvised :D
keep it up!:)
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