Los marcianos están asustados. Los terrícolas hemos enviado
al primo de Wall-E a explorar sus desiertos. Es como si ellos nos enviasen sus
muñequitos exploradores al Sáhara o al Gran Cañón. ¡Panda de pardillos! ¡O al desierto
de Almería, ariquitaun! Nos sacan en la tele imágenes que bien pudieran ser grabadas
en cualquier paraje de La-Mancha y ponen música inglesa, discursos en inglés,
programas informáticos en lengua guiri… ¡Y normal que los marcianos no
aparezcan! En cada película que les ha llegado atrapada en sus ondas tipo wifi ven
cómo los americanos destruyen al invasor galáctico. ¡Y aquí no sería menos!
Sería otra colonización, para luego crear reservas, safaris y que los ricos y reyes
se paseasen disparando por doquier. Los marcianos no son tontos, se han
escapado a otro planeta cuando vieron que el suyo se secaba y que avanzaba la
tecnología en la vecina Tierra... ese Planeta que un día fue azul… como el
suyo.
