miércoles, 8 de julio de 2009

Déjate curar por Androcles

Al margen de esta semana de toretes, calóricos rojo-criollos, estafetas de adoquín tratado, vino tinto de otras tierras y riego mañanero para que haya resbalones... anoto la cornada del día de un lobo con nombre Pedro, de la ganadería de los Trapiello, y kilos tomados en la finca leonesa. Habrá que decir que no todo en León es montaña, y si que abarca unas tierras yermas y marrones, de eso que relegamos en favor de un lugar que fué condado, que se comió al león por no curarse él mismo de sus heridas y convivir con sus espinas mirando por la ventana. Déjate curar por Androcles desde la arena y deja de decidir orgulloso sobre tu pasado con tu pulgar sobre mi futuro.

"De las diez putadas gordas que te hayan hecho en tu vida personal o en la cartera, ¿cuántas te las hizo uno de Valladolid y cuántas uno de León?... y de las diez desgracias últimas de las tierras leonesas, ¿cuántas llevan la firma de un político castellano y cuántas la de un cazurro?... Respóndete sinceramente y tendrás algo más claro quién ha de ser tu principal enemigo. Después, si tienes dos dedos de frente y uno de arrestos, deberías arreglar un poco este revuelto de aquí, lo primero, y dejar al menos un rato de cagarte tanto en Pucela o en la «Yunta» endosando así a otros lo tonto y huevazos que eres al dejarte timar y confundir por los tuyos, los de casa, los de tu grada norte de ultrasures. Todo lo demás es política barata, balcón... y loros que piden o merecen perejil, como san Pancracio.

Tampoco arreglarás nada acudiendo (ya maniáticamente) a la Historia muerta a desenterrar sepulcros reales para vestirte con el recamado manto podrido y restaurado que quieras elegir, pues te sobran panteones, despojos y legajos donde tu orgullo podrá dormir la siesta el rato que quieras; y tan campante tú y tan campeador como el Cid de Villasabariego. Puedes también reconstruir justas, sacar templarios en procesión, subir golfos con yelmo a la peana, subvencionar simulacros filandoneros, coger la etnografía por el rábano, el Reino por las hojas y las historias por el perifollo (que viene de perifollar). Haz lo que quieras con las historietas, los ancestros o las tradiciones, revístete con sus trapos, ata en la silla de una mula a Ordoños muertos para que cabalguen de nuevo y metan miedo a nadie, saca banderas y pecho, regodéate en glorias difuntas... y que te cuenten muchos cuentos medievales y fazañas y espadazos y proezas que pudieron ser... y filandonearás lo que te pete hilando y tejiendo patrañas guapas para disfrazarte de lo que no eres... ni serás.

¿Qué es más urgente de contarte: el pasado coloreado o tu futuro en entredicho?... porque los que están contándote pamplinas reales de reinos perdidos son los mismos que han jodido tu porvenir o les ha importado un bledo. Tu futuro ni siquiera está dibujado y el pasado te lo repintan de purpurina.

¿Te va esta marcha... real?... Allá tú."