Sor María... como Bin Laden, o vete tú a saber...

Sigue sin aparecer el certificado de defunción de Sor María, la monja que robaba a los bebés recién nacidos, e imputada por dicha causa. Dicen que está muerta, pero no hay rastro de un entierro, de una misa... de nada... sólo palabras diciendo que está muerta... como Bin Laden...

La señora estaba vieja, sí, angustiada, triste. Creía que al final se libraría de ser juzgada y castigada por tanto mal como hizo. Y tanto bien pensaba ella. Bastantes años la concedieron, tranquila y creyendo haber obrado bien. Ella que daba los bebés a otras familias, ella que ponía tantas sonrisas en quienes acudían a ella... Ella, que castigaba con un dolor a miles de familias que guardaron su silencio durante años, y que ahora claman justicia.

Dice la prensa que la "hermana" era de León, válgame, últimamente estamos en alza. Frank de la Jungla, Calleja, Dani Martínez, el que hacía de Viriato, la monja robaniños... y más y más... ¡unos cuantos más!

De haber muerto, el Juicio por los bebés robados daría un giro. Nadie a quien imputar. De seguir viva... ¿viva? Para mi murió en el momento que se supo a ciencia cierta que era ella quien gestionaba la trama. Años oscuros de mi España. Años de curas y monjas, de silencios, de desapariciones... ¿O es que también a ésta la arrojaron al mar?

¿Dónde estará la burbuja que todo lo oculta?

He puesto la televisión para ver el telediario y la he quitado nada más pasar los dos primeros titulares y es que cuando el Gobierno y quienes gobiernan sólo hacen declaraciones de supuestas tramas, no me hace falta ver más. 

Saldrían los ministros, los consejeros, los presidentes de las comunidades autónomas y casi todos pedirían justicia. Justicia para lavarse las manos. “Ojo que estoy exento”, diría uno indirectamente... “No crean que yo estoy en ésto”, sugeriría la otra... “Pido se investigue porque así doy imagen de que no he tenido nada que ver” cuenta el otro... "Pero en cambio puedo pillar a mis compañeros de equipo"... indirectamente piensan todos… 

Así es, mierda de unos sobre otros, mierda oculta, mierda que se mueve de un lado a otro y mierda que de vez en cuando, y más en los últimos tiempos, sale al exterior y como un chorro de petróleo llena de riquezas a quienes salpica, y todos ellos al unísono piensan “¿cuándo volverá la maldita burbuja que oculta todo y unta a todos?”

Los ciudadanos como tú y yo, mientras  tanto, enterándonos de lo que cuentan, como que es algo alejado, pero que nos daña, nos hace daño, y nos hiere. Y pensando que si ahora se ve todo ésto... lo que no habrá habido en los tiempos de la burbuja...

Las caravanas de Navatejera. Suma y sigue

Publicado en Diario de León (edicición digital) el 13/01/13.

Una vergüenza. Eso es lo que es: ¡UNA AUTÉNTICA VERGÜENZA! 

El pasado 27 de diciembre os escribía en “Cartas al director del Diario de León” explicando que se estaban sucediendo más y más robos en la zona de Las Praderas de Navatejera, causados, sin duda alguna, por gente de las caravanas de Navatejera, a medio camino entre el pueblo y el Polígono Industrial. Y sabemos que son ellos. Y lo sabemos porque tienen por su espacio nuestras cosas. Y las vemos desde fuera. Y las vemos al pasar por allí. Y al poco ya no están. Y no podemos enfrentarnos a ellos. No queremos entrar allí porque aunque vayamos con los propios agentes de la Guardia Civil, miran para otro lado y responden “es mejor no encararse con esta gente…” 

Desde entonces han seguido produciéndose robos, e incluso, aumentado. Hartos estamos de ir a nuestras fincas, a nuestras huertas y descubrir casi cada día que han entrado, que tenemos algo menos. Que hay huecos donde ayer hubo cosas. Que están destrozando nuestras vidas. Arrancando nuestras posesiones. Que están robando en propiedad privada. ¿Y para qué se paga una seguridad local, provincial…? Nadie ha respondido. Nadie ha hecho nada. Nadie dice nada. 

Se ha leído el artículo, claro que se ha leído, pero hasta que no pase algo más grave, no saldrá en destacados de la prensa. No habrá investigación. Nadie hará nada. Parece ser que quien sea responsable de esa permanencia de esa gente en ese lugar no tiene nada que decir. Y los vecinos nos estamos cansando… por eso, insisto ¿Qué podemos hacer?

La vida es un carnaval y ésto es sólo un ejemplo

¡Vaya jaleos con el cartel del Carnaval de Reus! La gente se altera de tal manera que se ha conseguido al fin más y más difusión de la esperada. ¿Acaso estamos en el recato de Estados Unidos? ¡Jesús, qué finolis nos hemos vuelto! Pero no, no está bien. O sí, si está bien... Si la chica se deja, se presta y se ofrece, ¿por qué va a estar mal visto? Detalle que me recuerda aquellos que se quejaron como humillante lo del bombero torero, y una asociación de enanos les denunciaron por dejarlos sin trabajo... ¡Qué mundo!

Volviendo al cartel, ¡Santa María, qué cartel...! se ve que es puro photoshop sobre los pechos quizás también "tratados" de una mujer que se desviste y cuya foto ha sido sacada de una web de porno. ¿Acaso la chica es consciente? ¿La chica posó para ese fin? 

El alcalde de Reus ya pidió su retirada, pero ahí queda eso: Publicidad, habladurías y dar a conocer un carnaval que estas tierras cazurronas se nos escapa. Sólo conocemos el jaleo carnavalesco en La Bañeza y a lo sumo, el de Cadiz, con esas chirigotas que no acabo de entender. Jóvenes y paisanos, muchachas y señoronas disfrazados y cantando en andalú algo que no entiendo, quillo. Zerá que zarabetean todaz laz ezez... O será que aquí somos más de casa, hija, alrededor de la estufina, calentines, viendo nevar por la ventana y tapaos con una mantina de lana. ¡Ay qué agustín!

Carromero con un chip... ¡y a vivir!

Conductores, conductores, qué peligro, conductores… que Carromero ya está libre. Libre sí que sí. Que salió hoy de la cárcel. Que conducía un coche por Cuba, que tuvo un accidente. Que en él murieron Payá y Cepero… ¿Y qué hacía con opositores a los Castro? No sé, Nuevas Generaciones, amigo, Nuevas Generaciones. 

Tengo que repetir casi todo lo que digo para ver si así me entero. A ver si así… A ver si así me doy cuenta de que el joven dirigente, Ángel Carromero, ya está en la calle. Que no tiene que dormir si quiera en la cárcel. Que basta con un chip en un teléfono de casa mientras dure su condena. Que estará por ahí tranquilo. Que seguirá trabajando en el Ayuntamiento madrileño… Tan tranquilo, como si nada hubiera pasado... Que con el chip basta… “Que no es un delincuente”, eso dijo Aguirre, “aunque hayamos tenido que aceptar la sentencia para que viniera a España”. Señora, por favor, que pedía vía webcam que lo sacasen de la Isla… ¡No entiendo nada! 

Farruquito, Ortega Cano, Carromero… conductores que obraron mal, y que por unas o por otras siguen adelante, viven día a día… porque o bien la prensa o bien la política así lo quiso… Así lo quiere… No sé si será ésta la justicia que queremos… al menos es la que estamos viendo… no lo sé, no. Justicia... 

Pero… ¿es justa la justicia?... y... ¿es justo quien la imparte?

¿Acaba o no acaba el mundo? Ahora hablan de un meteorito...

Publicado el 10/01/13 en Savia nueva, www.diariodigitaldeleon.com 

No sé cuándo acabará el mundo. Cualquier día. ¡Ay por Dios, no lo sé! 

Pensé que acabaría, ¡pero ay, me equivoqué! Cuando el Rey cayó en Botswana; cuando luego pidió perdón; cuando cogieron a Gadafi; cuando vi a la Merkel sin chaqueta; cuando cayeron las Torres Gemelas; cuando caía tanto la Prima; cuando Mou sentó a Casillas en el banquillo; cuando Antena 3 pone anuncios; cuando el Papa empezó a quitar figuritas del Belén; cuando… cuando… 

Pensé que era con eso de los Mayas, esa profecía antiquísima que volvió locos a unos cuantos. Eso que usaron los mexicanos para vender su turismo y que a un mes del “desastre” desmintieron denominando al rollo “fin de ciclo”. 

Creí que el Mundo era finito cuando Berlusconi abandonaba la primera fila de la política. Pero al poco anunció que se quedaba en segundo plano. Y al tanto, volvía a hacerse cargo de su Partido. Ahí tuve otro susto de fin del mundo porque pensé que se había cumplido otro ciclo de esos mayas, pero Silvio vuelve al ataque con su pelo casi pintado, como el novio de Barbie, que quiere cambiar la Constitución italiana, va como candidato de nuevo para gobernar Italia, quiere y creo que es el único que puede hacer frente a "la alemana" ¡y se le han achinado los ojos! 

Sin duda otro símbolo del fin del Mundo. Los chinos siguen aumentando. Cada vez hay más por la calle. Más bazares y más restaurantes. ¡Qué miedo! Miedo y más miedo y si encima hago caso del monólogo de Julián López de que nos comen los chinos… ¡Miedito! Cualquier día saltarán todos a un tiempo y saldremos en órbita al espacio. 

Y del espacio viene otra forma de Fin del Mundo. Un asteroide que ahora resulta ser mayor de lo que habían visto, y que si bien no saltan las alarmas en la NASA, recomiendo a los habitantes de New York, se vayan preparando, porque de caer, caería allí sin duda. O en París destruyendo la Torre Eiffel, o sobre el Big Bang de Londres, o en el medio del Coliseo, ¡a los leones! 

¿León? “El Mundo” se acabó en León. Y por otra parte, no habrá nadie para verlo. Al menos como tarde tanto en llegar, igual que todo en esta tierra…

Hoy hablo del Rey. De los Reyes. De otros tiempos mejores

Vi al Rey algo mayor. Está hinchado. La medicina, ¡ay la medicación! ¡Hasta el Rey cae en sus redes! Le atrapa, le tiene, le engorda y le engranda esa papada tan borbónica. Don Juan Carlos dista mucho de aquella imagen de los colegios. Esa foto que colgaron tras la muerte del Caudillo. Mucho se habla de ese momento, de esa transición. No hablaré de eso ahora. Hoy hablo del Rey. De los Reyes. De otros tiempos mejores. 

Casualidades que tiene la vida, oye, pero mira que el Rey nació el día de Reyes, y romano él, se casó con una ateniense de la que no dijo ni mú, en su entrevista a los 75 años, y juntos, creo yo, o al menos fruto de unas veces, tuvieron tres sucesores. Conocidos y reconocidos. Como su vida y sus amores. Vividores de una farándula llamada monarquía, que perdura en días como hoy y en estos días que tan poco nos gusta, (o tan sorprendidos nos tiene); cuando hace apenas un lustro, vivíamos tan en paz, que apenas mirábamos el euro, los gastos, los costes… sin saber que estábamos en algo que llaman ahora “burbuja”. 

De esa manera vimos crecer el alfoz de nuestras ciudades, levantar monumentos casi sin sentido, aeropuertos, estaciones, ascensos y lujos, lujuria, las bodas de las infantas, la boda del heredero. Las otras bodas de los monarcas europeos. Una vida altanera y de poder, esas pamelas, esos bordados de prensa rosa… de coronas y chanchullos, de realeza y fantasía… y hoy nos retorcemos, sí, de dolor recordando aquellos tiempos… como el Rey con sus muletas, añorando cuando charlaba con Jaume Matas, cuando entregaba premios a Díaz Ferrán, a Carlos Dívar y a otros tantos… Cuando cazaba (y no se caía) con sus amigos los árabes, qué callado se lo tenía… ¡que engañados nos tenía…! y aquellas fiestas con Gafadi, ¿recuerdas? ¡Vaya jaimas en Marbella…! O aquel entonces, cuando ajustaba su coronación para cuando no estuviese Franco… ¡qué tiempos aquellos…! ¡qué felicidad, ese porte serio y esos tanques en Valencia! Y aún así dice que está mejor que nunca… 

¿Por qué no te callas… y dejas que el pueblo elija antes de dar número a Felipe?