viernes, 26 de diciembre de 2008

¿Pasó ya Navidad?

Suponiendo que haya pasado Nochebuena y el día de Navidad del 2008, te escribo estas líneas.

Habrá pasado, supongamos, como cada año. Tu madre y tu abuela llevarán días pensando en el menú, y si ahora es aquí, en nochevieja será allí. Como siempre. Bueno, como siempre desde que falta tu bisabuela, que antes os juntabais todos, y cuando dices todos, salvas introducir a los de la familia de León, y quedábamos los del pueblo… o los de los alrededores, pero no de la ciudad, no los de la finca, sino los de la huerta.

Aquellos eran años en los que jugabas con tu primo, tu hermano era pequeño, tu otro primo más pequeño, y nos pasábamos la noche del 24 deseando que llegase el día siguiente para ir a casa de Tía Chelo a por los regalos. Luego se fue dejando aquello, y el único sitio donde me venía Papá Noel desapareció.

Ahora esto es más diferente. Yo no lo siento igual. Faltando mi bisabuela, la familia se esparció, y cada cual corrió a sus casas, y las abuelas se convirtieron en las anfitrionas. Como cada domingo vamos a su casa, pues aquello era más de lo mismo, y por eso no se siente igual.

Atrás quedaron los juegos de cartas, las canciones, las pesetas y los duros cuando perdíamos. Lejos ya y casi olvidado ese olor a lombarda con las alubias de cena, el cordero y ensaladas, la tarta casera, las montañas de nueces, los turrones, con el especial para los diabéticos… los panecillos de entrantes mientras todos nos agolpábamos en la pequeña cocina de la Plaza Mayor, número 1... Aquellos años eran noches buenas y días de Navidad sin tele, sólo de charlas, debates, discusiones y risas entre todos, entre la familia…

Las tapas de todos en la Casa de Cultura se transformaron en un vino con tu hermano y padres. La comida fue un paso más que se acabó al final ante el empacho con el remate de la tarta y la otra sin poder probarla.

Una tarde en casa, tranquilo, relajado, sólo; terminando un informe a presentar antes de fin de año, y un viaje a las puertas, que me llevará a Grecia de nuevo, (desde hace más de un año que no piso aquello), pero un viaje necesario para desconectar de todo, acabar el año de una manera diferente a como viene siendo habitual, y recargando las pilas para un 2009 que llegará cargado y con alguna decisión importante que tomar (sabiendo que otras ya van llegando solas).

Feliz Navidad si es que fue feliz, y próspero año nuevo, de verdad. Por aquí dicen “Kalá Ejristujena”. Será que tiene que ser así…

jueves, 11 de diciembre de 2008

Exclamación


Llama la atención una exclamación en el medio de la nada. Una plaza con sillas y bares, una cabina, unas flores… lo de siempre. Llama la atención, pero apenas se fija la gente...

Llama la atención un niño, que corre asustando a unas palomas. Atrevidas, vuelven a por las migas del bocadillo que el niño no quiere y que la madre de su enemigo tira. Son tontas, pero muchas.

Llama la atención una señora, que cruza y se pone a increpar al niño. La madre se pone roja. Me llama eso la atención. Qué susto las palomas al vuelo, señora.

Me llama la atención, claro que si, que estemos tú y yo en una plaza de Zagreb, la mejor plaza para tomar un café y leer la prensa. Nos llama la atención que una amiga croata de una amiga española nos esté haciendo de guía. Nos llama la atención que no la conozcamos de mucho más que un par de mails y esté allí con nosotros, como de toda la vida.

Nos llama la atención que vengan sus amigas. Con sus ropas. Con su estilo. Nos llama la atención que en el mismo grupo de amigas haya moods y haya pijas. Nos llama la atención.

Me llama la atención el camarero, que bajemos los pies de una silla. Ay perdón, me estoy pateando Zagreb y sólo quería relajarme...

Me llama la atención que la llamada de atención del camarero fuese una llamada de atención en croata, que una croata me traduce a inglés, y tú te lo traduces a tí misma en griego, y yo me lo paso al español. Me llama la atención todo el proceso…

Me llama la atención ahora mi madre, de que es tarde para cenar, y yo aquí sigo con estas líneas… En la plaza la llamé por teléfono a ella, pero no la atención, como ella a mi…

Me llaman la atención todas las cosas que me llamaron la atención en aquel momento, aquel día, y que aún siguen en mi cabeza. Me llama la atención ahora que no recuerde el nombre de la plaza, pero sí de todo lo que allí viví. La madre, el niño, la anciana, la exclamación…

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Para ti, cabrón

Para ti, cabrón:

Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado... porque la has maltratado.
¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras... Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?
Te lo diré:
Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.
Hasta aquel último día.
Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera como eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.
Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared.
Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!–dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada. Me puse contento antes de tiempo. Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez… Y sucedió. Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre. Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí. Y ahora me dirijo a ti. Esta carta es para ti, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que solo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida. Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.


Gracias a Fernando Orden Rueda,
Estudiante de 2º Bachillerato Ciencias de la salud, I.E.S Bioclimático, Badajoz.
Carta ganadora de un premio a la 'más expresiva' en el concurso nacional 'Carta a un maltratador'.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Escribiendo en la prensa



Ayer mandé unas cartas a diferentes periódicos de la ciudad. Hoy aparece en uno digital http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Intercambio-De-Estudiantes-Europeos-En-Leon-vn19264-vst233 y en la edición digital del decano de prensa leonesa http://www.diariodeleon.es/cartasaldirector/index_ampliar.jsp?carta=carta11388.txt

Os dejo la noticia:

Nuevamente, la Asociación juvenil AEGEE, en su sede de León, organiza un Intercambio de jóvenes de toda Europa en León. Será desde el 4 al 11 de Octubre bajo la temática de “Energias renovables”. Jóvenes de Glasgow (Escocia), San Petersburgo (Rusia) y Belgrado (Serbia) compartirán con jóvenes leoneses que lo deseen vivencias, experiencias, tradiciones y cultura, pudiendo unirse al grupo cualquier persona que esté interesada, sin tener que ser socio de AEGEE. Eso si, la gente que participe, tendrá más opciones de viajar en Primavera a las ciudades invitadas a León.

Un viaje que se enmarcará dentro de los acuerdos de desarrollo del Youth Programme Europeo y la Agencia Nacional, con importantes subvenciones para el viaje y manutención en esas otras ciudades. Bajo el título “Renew your energy”, y hablando mayoritariamente en inglés (cada cual a su propio nivel), los participantes atenderán a charlas y actividades relacionadas con el medio ambiente, ligadas alguna de ellas a empresas del sector, una visita al edificio del Eren y con apoyo de la Cátedra de la Universidad de León sobre Energías Renovables, entre otras.

Tampoco será difícil encontrarlos por la ciudad haciendo algún “city tour” o tomando algunas copas en el Buddha, o Molly (fiel colaborador de esta propia Asociación desde hace más de 10 años y sus “Martes de Erasmus”) y es que ésta asociación, AEGEE-León, es la sede española con mayor número de actividades durante el curso, ampliando la oferta, además de a socios y jóvenes españoles, a los propios estudiantes Erasmus. AEGEE-León es una de las más de 240 sedes de AEGEE en toda Europa, de hecho, es su mayor asociación de jóvenes, con gran apoyo de la Unión Europea, y con gran cantidad de eventos y actividades en todo el viejo continente en el que cualquiera puede participar. Sólo se necesita acercarse a conocernos.

Más información en www.aegeeleon.org y en el mail: aegeeleon@unileon.es

¡¡De verdad, estaremos encantados de que te acerques a conocernos!! Durante el Intercambio podrás vernos en el Albergue Municipal de Peregrinos, en la Calle Campos Góticos (C.H.E.F.).

martes, 30 de septiembre de 2008

A Coruña

Quería escribirte una carta graciosa, curiosa a mi entender. Ya había decidido qué decir y qué dejaros escrito, a ti, a la prima Verónica, al tío Juan, a José María, y a la familia de Barcelona y Valencia… ¡ay este Vicente, mira que ir tan lejos con las oportunidades que hay aquí en el pueblo! Y quería escribiros, hombre, ¡pero no encontraba papel!

Ahí en la cocina de leña tenía unos periódicos y unas revistas. Me enteré así que había muerto Paquirri, qué pena… pobre Isabel… ya viuda y tan joven… ¡mira que nada más se volvió a oír de ella, eh!… pobre… y vaya año… ya sabes que después fue lo del huracán Hortensia… ¡vaya miedo pasé!

Y bueno, te cuento, que seguí buscando y así encontré un cuaderno de los del rapaz, que debió dejar olvidado hace siete veranos cuando estuvisteis la última vez en casa… mira a ver no le haga falta, que pone catequesis para la primera comunión.

También había un bolígrafo, pero no pintaba… Lo puse bajo el grifo pa limpiarlo, porque vaya cómo estaba, y nada… ¿qué se yo…?

Cogí un lapicero que tenía en la cómoda del teléfono y lo afilé con la navaja, pero me corté y lo tiré de rabia a la lumbre… Ya sabes que tengo muy mal carácter cuando me corto…

Ya no sabía cómo escribirte… Había del niño unas pinturas, ¡pero recordé el corte y también fueron a la lumbre! Dile que lo siento, que ya te daré dinero para que le compres otras, el pobre, no sea que quiera pintar y no pueda… Ya sabes que tengo todo el dinero dentro de la funda del colchón y en el marco de las puertas de la salita y de la cocina… Yo lo digo, que nunca se sabe si viene la guerra hoy o mañana, y hay que estar preparados, que a éstos franceses cualquier día los da por cortar la frontera, tirarnos las legumbres y las frutas y quemar los coches. Con lo majos que son los portugueses, Virginia. ¿Cómo se llamaba aquel que venía vendiendo toallas? Juao, Jiao, Joao, eso, Joao. ¡Qué cosa tan pequeña y qué majo eh! Ya lo decía tu prima Rebeca la del italiano. Otra, ¡que no hay mozos prestos y hermosos en el valle que se tuvo que enamorar del primo de AlBano! Ay la vida, dónde vamos a parar con lo bien que se está en el valle, ¡y lo difícil que es ir fuera de España!

Subí arriba, al dormitorio, como te decía, y busqué en la libreta el teléfono pa llamarte, pero, o no lo apunté bien, o la señorita operadora me engañó y dijo que no existía el número… ¡qué mentira Virginia, no me quería poner contigo!

No sabía qué hacer Virginia, no sabía. Llamé otra vez y otra vez, así como te cuento, y la puse a bajar de un burro, y va y me cuelga! ¡No me respondía más que lo mismo, Virginia! Esperé a que llegase la tarde para ver si había otra chica trabajando en la centralita, ¡pero ahí que cuando llamé era la misma, hija! Ay la madre que la pasó el puerto, que no debe de descansar y tiene la jornada entera y no como me dijiste una vez de ocho horas…

Me puse las madreñas, si, si, una bufanda al cuello y los calcetines que me dio el pastor, aquellos tan bonitos que te enseñé, así que fui a casa del vecino, a ver si me dejaba una llamada, y ya sabes tú cómo es el Tío Carlos, que me dejó llamar, si, ¡pero la señora del teléfono también estaba en su teléfono! ¡Ay qué disgusto Virginia, qué disgusto! ¡Porque yo quería escribirte, eh!

Pasaron dos días y casi no había dormido pensando en cómo localizarte. Pero atiende, que te cuento, que vino el pescadero, ya sabes que le cambio fruta y pescado por chorizos de la matanza, que a ver si te doy, que ya están bien ahumaos y yo no los como… Viene un día a la semana y tiene un teléfono de esos sin cable y sin ruleta pa llamar. Qué adelantos, no sé donde vamos a parar... dice el tío Carlos que el coche que trae, que tiene detrás una gran despensa, se enchufa con gasóleo, en vez de gasolina, qué risa, Virginia, gasóleo dice el tío… Ay qué vocabulario tiene el tío Carlos, no sabe decir gasolina… y a la vez te diré que se está quedando sin pelo y le dijo el pescadero que había unas gotas para echarse… pero el otro desconfía y dice que le irritan el caletre, y por si acaso y pa espantar las meigas se pone la boina y punto. Yo le digo que así espanta a las mozas, pero cuenta que irá un día a la tele, a la uno, a ese programa de juventud de la Bola de Cristal, y que se va a ligar a la Alaska, ¡que vaya delgada que está! ¡Qué moza! Aunque la que veo más de casa, más señora es la Conchita Velasco. ¡Ahora que ya hay color en la tele da gusto verla! A ver si llegan más canales, que me da asco poner la tele, y hace que no la pongo… uhhh, o más… que sólo veo la Uno. Ya sabes que la Dos la tengo estropeada por la antena. Aunque bueno, el tío Carlos tiene mando a discreción, y cambia la televisión desde el sofá. Normal que está echando barriga… A mi no me gustan esas historias de hoy en día, ya sabes, pero date que me marcó, te decía de lo de llamarte, el número que le dije pa que llamase de desde ese teléfono sin cable y me dijo que había que poner un prefijo. ¡Anda! ¡Cómo si estuvieras fuera de España Virginia, tres cifras antes de tu número! No daba crédito hija, no daba crédito.

Subí hasta el pueblo de la estación, esa misma mañana, Virginia, subí a coger el tren hasta La Coruña. Y mira que está olvidada ésta estación, y ya somos pobres, que debió caerse la ele de “La” y aún no la han puesto, ya sabes, los de Renfe, que son así. A Coruña, qué cosas. Pero ay mi sorpresa Virginia, ¡que han cambiado las monedas! Ya no tienen las rubias con la cara de Franco! ¡No me cogían el dinero, ni los billetes de 100 pesetas! ¡ ni los de 100 pesetas Virginia! Y no sólo ahí, que me dijeron que en toda España se usaban loros o ebros, o algo así. Los céntimos si, se llaman igual, pero me los enseñó el jefe de la estación y no eran como los míos. ¿Qué mundo es éste? ¿En qué país vivimos? Me dijo que no valían. ¡Ay qué desgracia Virginia, que tengo el colchón y los marcos de las puertas llenos de dinero! ¿Cómo no me dijiste nada antes? ¡Ay qué desgracia, hija! ¿Qué voy a hacer ahora?

Lo mejor será ir a verte hasta Coruña a los comienzos de Noviembre, que luego hay que hacer la matanza y así encaramos el Invierno y las nieves que caigan bien… ¡Ay qué desgracia! ¡que apenas he dormido desde entonces! Quiero que me cuentes qué más cosas han cambiado, y cómo va España, porque visto que todo cambia, tampoco estará Fraga, ¿no?

Ay qué susto tengo en el cuerpo mi Virginia. ¡Menos mal que tengo Internet y puedo escribirte este mensaje, si no, no sé cómo te habría localizado!

Un beso.

¡Qué semana Virginia, qué semana!

A Coruña (version en gallego)


Quería escribirche unha carta graciosa, curiosa á miña entender. Xa decidira que dicir e que deixarvos escrito, a ti, á curmá Verónica, ao tío Juan, a José María, e á familia de Barcelona e Valencia? ¡ai este Vicente, mira que ir tan lonxe coas oportunidades que hai aquí no pobo!


E quería escribirvos, home, ¡pero non atopaba papel! Aí na cociña de leña tiña uns xornais e unhas revistas. Decateime así que morrera Paquirri, que pena? pobre Isabel? xa viuda e tan novo? ¡mira que nada máis se volveu a oír dela, eh!? pobre? e vaia ano? xa sabes que despois foi o do furacán Hortensia? ¡vaia medo pasei! E bo, cóntoche, que seguín buscando e así atopei un caderno dos do rapaz, que debeu deixar esquecido fai sete veráns cando estivestes a última vez en casa? mira a ver non lle faga falta, que pon catequesis para a primeira comuñón.


Tamén había un bolígrafo, pero non pintaba? Púxeno baixo o grifo pa limpalo, porque vaia como estaba, e nada? ¿que se eu?? Collín un lapicero que tiña na cómoda do teléfono e afieino coa navaja, pero me cortei e tireino de rabia ao lume? Xa sabes que teño moi mal carácter cando me corto? Xa non sabía como escribirche? Había do neno unhas pinturas, ¡pero recordei o corte e tamén foron ao lume! Dille que o sento, que xa che darei diñeiro para que lle compres outras, o pobre, non sexa que queira pintar e non poida? Xa sabes que teño todo o diñeiro dentro de fúndaa do colchón e no marco das portas da salita e da cociña? Eu dígoo, que nunca se sabe se vén a guerra hoxe ou mañá, e hai que estar preparados, que a estes franceses calquera día dáos por cortar a fronteira, tirarnos as legumbres e as froitas e queimar os coches. Co majos que son os portugueses, Virginia. ¿Como se chamaba aquel que viña vendendo toallas? Juao, Jiao, Joao, iso, Joao. ¡Que cousa tan pequena e que majo eh! Xa o dicía a túa curmá Rebeca a do italiano. Outra, ¡que non hai mozos prestos e fermosos no val que se tivo que namorar do curmán de AlBano!


Ai a vida, onde imos parar co ben que se está no val, ¡e o difícil que é ir fóra de España! Subín arriba, ao dormitorio, como che dicía, e busquei na libreta o teléfono pa chamarche, pero, ou non o apuntei ben, ou a señorita operadora enganoume e dixo que non existía o número? ¡que mentira Virginia, non me quería poñer contigo! Non sabía que facer Virginia, non sabía. Chamei outra vez e outra vez, así como cóntoche, e púxena a baixar dun burro, e vai e cólgame! ¡Non me respondía máis que o mesmo, Virginia! Esperei a que chegase a tarde para ver se había outra moza traballando na centralita, ¡pero aí que cando chamei era a mesma, filla! Ai a nai que a pasou o porto, que non debe de descansar e ten a xornada enteira e non como me dixeches unha vez de oito horas? Púxenme as madreñas, se, se, unha bufanda ao pescozo e os calcetíns que me deu o pastor, aqueles tan bonitos que che ensinei, así que fun a casa do veciño, a ver se me deixaba unha chamada, e xa sabes ti como é o Tío Carlos, que me deixou chamar, se, ¡pero a señora do teléfono tamén estaba no seu teléfono!


¡Ai que desgusto Virginia, que desgusto! ¡Porque eu quería escribirche, eh! Pasaron dous días e case non durmira pensando en como localizarche. Pero atende, que che conto, que veu o pescadero, xa sabes que lle cambio froita e peixe por chorizos da matanza, que a ver se che dou, que xa están ben ahumaos e eu non os como? Vén un día á semana e ten un teléfono deses sen cable e sen ruleta pa chamar. Que adiantos, non sé onde imos parar... di o tío Carlos que o coche que trae, que ten detrás unha gran despensa, se enchufa con gasóleo, no canto de gasolina, que risa, Virginia, gasóleo di o tío? Ai que vocabulario ten o tío Carlos, non sabe dicir gasolina? e á vez direiche que se está quedando sen pelo e díxolle o pescadero que había unhas pingas para botarse? pero o outro desconfía e di que lle irritan o caletre, e polo si ou polo non e pa espantar as meigas ponse a boina e punto. Eu dígolle que así espanta ás mozas, pero conta que irá un día á tele, á un, a ese programa de mocidade da Bóla de Cristal, e que se vai a ligar á Alaska, ¡que vaia delgada que está! ¡Que moza! Aínda que a que vexo máis de casa, máis señora é a Conchita Velasco. ¡Agora que xa hai cor na tele dá gusto vela!


A ver se chegan máis canles, que me dá noxo poñer a tele, e fai que non a poño? uhhh, ou máis? que só vexo a Un. Xa sabes que a Dúas téñoa estropeada pola antena. Aínda que bo, o tío Carlos ten mando a discreción, e cambia a televisión desde o sofá. Normal que está botando barriga? Ao meu non me gustan esas historias de hoxe en día, xa sabes, pero dáche que me marcou, dicíache do de chamarche, o número que lle dixen pa que chamase de desde ese teléfono sen cable e díxome que había que poñer un prefijo. ¡Anda! ¡Como se estiveses fóra de España Virginia, tres cifras antes do teu número! Non daba crédito filla, non daba crédito. Subín ata o pobo da estación, esa mesma mañá, Virginia, subín a coller o tren ata A Coruña. E mira que está esquecida esta estación, e xa somos pobres, que debeu caerse a ele de ?La? e aínda non a puxeron, xa sabes, os de Renfe, que son así. A Coruña, que cousas. Pero ai a miña sorpresa Virginia, ¡que cambiaron as moedas! Xa non teñen as louras coa cara de Franco! ¡Non me collían o diñeiro, nin os billetes de 100 pesetas! ¡ nin os de 100 pesetas Virginia! E non só aí, que me dixeron que en toda España usábanse loros ou ebros, ou algo así. Os céntimos se, chámanse igual, pero mos ensinou o xefe da estación e non eran como os meus.


¿Que mundo é este? ¿En que país vivimos? Díxome que non valían. ¡Ai que desgraza Virginia, que teño o colchón e os marcos das portas cheos de diñeiro! ¿Como non me dixeches nada antes? ¡Ai que desgraza, filla! ¿Que vou facer agora?


O mellor será ir verche ata Coruña aos comezos de Novembro, que logo hai que facer a matanza e así encaramos o Inverno e as neves que caian ben? ¡Ai que desgraza! ¡que apenas durmín desde entón! Quero que me contes que máis cousas cambiaron, e como vai España, porque visto que todo cambia, tampouco estará Fraga, ¿non? Ai que susto teño no corpo o meu Virginia. ¡Menos mal que teño Internet e podo escribirche esta mensaxe, se non, non sé como che localizou! Un bico.
¡Que semana Virginia, que semana!

viernes, 12 de septiembre de 2008

Cuéntame

Como de una conversación entre Antonio Alcántara y su hermano se tratase. De esos minutos y días que se pasan hablando de vender las tierras, de la casa de Pura, de Maurín, del matamulas… Tanto tiempo como las misas en la parroquia, como aquel tiempo en que Antonio le daba al juego... como esa incertidumbre entre la gran María Galiana y ese noviete suyo… Mucho tiempo como eso, o no tanto llevaba sin escribir. La vida te da motivos para estar atareado, y dejar la cabeza ocupada sin tiempo casi para el qué publicar. Vacaciones si, pero más ocupado que en el curso. Toni en cambio se alegraba hoy del despido, y hubo una propuesta que no fue del todo clara, que por su parte, vive sin entender cómo unas bragas pudieron llevar al traste su matrimonio. Algo así pasa por aquí.

Publicaste un artículo en una cuenta que leen tus españoles de AEGEE, y ya te felicitaron. Tu germen de este post estaba surgiendo. Los dedos tienen ganas de teclear, como Toni de escribir un libro. Ansías llenar espacio en la red, y copar más que ese otro, como Paquita revelando al Miguelón contra su hermano. Y en casa la disputa fue por apagar un Messenger…

Se habla en la serie de un país extranjero, de una hija exiliada, y lejos me iré yo, a Polonia en menos de un mes. Allí en Varsovia, Wroclaw y Cracovia despertaré la chispa de esos viajes que ya tenía casi olvidados. El estar más aquí, y tener más cosas que hacer… un trabajo, un horario… me llevan a traer eventos a León, y que esa gente a la que antes visitaste, vengan aquí ahora. Al Sagrillas de Europa, a una ciudad, León, que si bien apenas figura en el mapa, es una de las que más extranjeros trae en España (o eso decía el periódico esta semana). ¿Por qué? Pregúntales a los de Relaciones Internacionales… quizás te nombren AEGEE y su gente... y las más de veinte actividades que les proponemos… AEGEE, si, esa misma que mañana elige nueva Junta Directiva, y esa misma que te sigue apoyando y te votará para salir reelegido Presidente. Quizás el tonto que no sabía inglés se lleve además el cargo de Responsable de Asuntos Externos… External affairs dice my Darling… Cualquier ordenanza puede llegar alto.

Vuelve la temporada tras el verano, vuelve la vida a Ordoño IX, que aún no ve, no, pero que irá descubriendo un mundo que no tiene, y un mundo que ya es historia. De momento, cuéntame.

martes, 12 de agosto de 2008

Errantes

Errantes. Caminando en una fila. Cruzando un puente que otros dias no tiene más gloria que el cruce de coches y más coches, y es en estos es dias cruzado por más personas que carros durante el año. Tiendas allí y aquí. Acampada libre. Ahí cerca de la pared del Rompeolas, donde apesta una semana más tarde aún a pis, ahí monté mi tienda. Vas de cerdo, con amigos. Vas a buscar un hueco donde hinchar tu colchoneta y anclar tu Quechua. Buscas un sitio donde dejar sólo media espalda. Fuiste unos meses atrás con la griega por allí. Ya sabes, a éste le gusta escaparse por el norte, a esas tierras de viejos cilúrnigos y seguidores de Deva. Esas cercanías de Onís y ese Noega de antaño. Jamás pensabas que acamparías allí. Si, bueno, el prado habitual lo dejaron cerrado, y hubo que acampar en el primer hueco libre de hierba que quería ser paja.

Después de eso hubo una merienda campestre, sobre toallas de playa que entraron en la lavadora con manchas de calimocho, aceite de sardinas y arenas de la playa. Amén. Ya dije: íbamos de cerdos. Una remesa ya con la chaqueta, pues apuraba el rocío y el fresco de la noche de Agosto, y dale que te pego a los juegos de los amigos al tanto de un vaso de cachi. Al rato, los incondicionales de la noche. Gente de AEGEE Oviedo y AEGEE Santander, que por espacio, acampaban a veinte minutos de allí, y la pequeña colonia leonesa les pillaba de paso a la marabunta. Jaja, jeje, y todos juntos por ese bendito puente que a la mañana siguiente vio llegar a los remeros y sus canoas, y que mis ojos, otro año más, vieron en resúmenes por la tele. La noche fue larga. Venía otro día. Nada como la playa, siesta a la solana y baño. Un loco ya estaba montando un ordenador en plena playa, con altavoces y haciendo las delicias de aquellos fiesteros engominados de la playa, de collares en cuellos de toro y cigarrillo a lo pijo. Se retornó para comer alguna cosa y vuelta a la playa. Siempre en fila. Siempre entre la gente. Colgaos, coloraos, buscadores de papel, incondicionales con la cerveza en la mano, resacosos, gordinflones y mazaos de gimnasio… Allí hubo de todo. Hasta aquel que cabó con una pala un hoyo en la playa y al acercarse el guardia y preguntarlo qué hacía lo respondió “busco mis llaves”. Fuera del agujero, vale ya la bobada y a tapar los dos metros de profundo. ¿Premeditado? ¿De dónde salió esa pala? ¿Toda la noche cavando? Por la tarde no hubo siesta, hubo un balón. Aún nos reíamos del escavador.

A la caída del sol. Regreso a lo mismo del día anterior. Se sentía el cansancio. Se vio en la gente. Pero en todas las calles había gente sin sentido.

El domingo amaneció caluroso, arreando para sacarnos de las tiendas y empacarlas en los coches. En una hilera de cacharras (menos el del hijo que le dejó papá el coche) durante un buen rato nos encaminamos a Gijón, y allí, en San Lorenzo, di por finalizado el fin de semana. No había lugar a bromas. No había energía para reír. En coche a León y por Autopista. No había ni garantías de llegar arriba por Pajares. Íbamos sin ser. Íbamos como idos. Íbamos errantes.

martes, 5 de agosto de 2008

Castorín

Cuando el “castor” sobrepasa fronteras es algo grande. Aquella cara estúpida de Chema y Soni de Oviedo, y que popularizamos y lanzamos al mundo internacional los tres en una fiesta de Nápoles en el Otoño de 2006 por no gastar cuatro euros en una lata de cerveza Alhambra, en aquel pub donde nos metieron a unas mil personas, se ha convertido en un símbolo de AEGEE por España. No hay evento en nuestro Netcom que no se enseñe, no se repita. La leyenda del “castor” sigue adelante. Tiene facebook, tiene un baile, tiene un juego…

Pasé las últimas semanas con un grupo de extranjeros venidos a León y Santander, al Norte de España, a esta idea de hace más de 20 años de la Summer University y que tanto nos gusta a los que empezamos a ser míticos en esto. Hubo risas, caminatas, city tours, juegos y fiestas. Hubo tiempo para el descanso. Poco, pero hubo algo.

Y ahí fue, en Valporquero, a la entrada de la cueva y esperando nuestro turno, cuando estando la gente medio dormida, sentada en unas escaleras y cansada, el castor tomó forma oficial hacia Europa.

Como pasos de aprender, cual Chiki Chiki, el uno, y sacando los paletos. El dos, hinchando mofletes. Tres, echando el aire, y cuatro echando la cabeza para detrás… El Workshop tomaba forma. Pusimos las manos encogidas en el pecho, y repetimos los pasos. Ya teníamos el legado de Oviedo.

Para el baile que dio León hubo que ponerse de pie. En posición de correr, pero si el cuerpo se mantenía sobre el pie derecho, el brazo derecho y doblado había de estar adelante. Si, contrario al habitual. ¿Amorfo? ¿Hay algo con razón y serio en todo esto? Vete aumentando la velocidad… es total…

El añadido cántabro llegó al ponerse en posición tradicional, de baile nacional, de Paquito Chocolatero. En fila y cogiendo la mano del anterior entre sus piernas y cediendo la otra tuya por debajo de tus piernas. Intentando bailar con el soporte leonés, y poniendo la cara que legó Oviedo… ¡Tenemos el “castor pack”!

¡Qué grande es el castor, él si que ya es un mito!

lunes, 28 de julio de 2008

Zarpa del puerto

Se trataba de un barco a la deriva, de un barco que surcaba los más temibles mares. Era un barco de batalla, de guerras sin fin. Sus tripulantes habían combatido allí donde unos llaman de un modo y otros a su forma. Montañas que vieron desde cubierta, gaviotas que morían en pleno mar y olas que a punto estuvieron de hundirlo. Islas casi desiertas, nuevos mundos que descubrir. El navío era un amor. El amor era el suyo.

Piratas acosaron el barco, y con valentía salió ileso. Cañones por banda, olas por proa. Asalto a media mar y en tierra de viejos reinos. Allá donde iba el barco, una senda dejaba tras de si. Dragones de mar y náufragos sobre dos tablas. Un puerto, y otro puerto, y el barco que los unía. El puerto los separaba. El navío era un amor. El barco era el suyo.

Tempestades superadas, maremotos que llegaron a costa. Una botella con un secreto. Un mapa del tesoro. Un tesoro conseguido. Un amor, el tuyo y mío.

martes, 15 de julio de 2008

Benidorm

El hijo de Kasim tuvo tierras en la costa. Carló tuvo las suyas...

Ahí donde las aceras fueron arenas, y donde la especulación comenzaba en palacios de árabes... ahí cerca de la capital del reino de Valencia, enfrente de todo el Mar Mediterráneo...

Ahí donde Maria Jesús sobrevive con su acordeón y sus quintos. La vieja polleria de Carlos al lado, la tienda de cera, el paseo de cerámica. Las estatuas de arena, la de poniente, la de levante, el peñón de mar adentro.

El laberinto de sillas de paja del hotel Bali, qué exageración, New York en España. El parque de atracciones olvidado, qué mítico, las dunas, las montañitas secas, peladas, las redondeadas, bajas, el calor, las sombrillas... Penélope, el McDonald del fondo, el otro, el Burguer King, el Telepizza, otro, otro... Hoteles, más hoteles, pensiones, dormitorios, habitaciones, hostales... Las tiendas de zapatos de García, escuchar inglés, alemán, italiano, algo de español. El pub de los moteros... Niños, lloros, pocas olas, medusas.

Enamorados, jubilados, familias, palomas, pipas. Coches, coches y más coches. Un bus que sale de la ciudad y cuatro que entran...

Benidorm no es la Meca, no es Lourdes, no llega ningún Camino de Santiago... pero al menos todo hombre tiene que haber estado en la tierra heredada del hijo de Dorm.

sábado, 5 de julio de 2008

Cuatro de golpe

Cuatro, nada más y nada menos. Cuatro libros me compré esta tarde. Odio las visitas a Fnac. Bueno, no realmente. Pero si que las odia mi cartera.

La mañana habia empezado tranquila y bien pronto, con esperanza de ver sol y tener un día plácido. Pero no era aquí hoy mi sino, sino en Asturias. Otra vez Asturias. Cual sorteo elegimos entre hoy o mañana por tostarnos al sol en la playa de Gijón. Esa playa que tanta veces vio y que aún ahora, no bañó el cuerpo de la única griega de Erasmus de éste curso en León.

La Robla, Busdongo, Pajares, niebla. Niebla, niebla y Campomanes. Chirimiri en Oviedo, oscuro en Gijón. Nublado. No vimos el sol. Un paseo por Corrida, Begoña, La Rula… Un pote, un cachopo, antes entremeses, helado...

Seguía nublado. Incluso hacía frío.

El coche nos llevó al Parque Principado. Empezaba a llover… Rebajas y prendas revueltas entre la gente. En el suelo, en los estantes. Perchas solas, precios ajustados, porcentajes del 30, 40, 50…

Fnac sigue estando como siempre, pero un concierto malo de unos chicos de unos veinte destrozaba el ambiente de lectura y calma que se respira otras veces. Fui directo a mi esquina. A la novela histórica.

Un libro quedó en mi mano en el momento de verlo. Qué ganas le tengo… La Hermandad de la Sábana Santa…

Cayó en el de Madrid, "El viaje de la Reina", porque quieres leer textos de épocas en las que León era Reino, pobres, cómo estamos ahora… así que al ver Toti Martínez de Lezea se te abrió un mundo. Dos la compraste. "Señor de la Guerra", algo de batallas por el castillo de Butrón (en el que has estado) y todo el señorío… Y "La voz de Lug", una epopeya astur, con los cilúrnigos de Noega defendiéndose de la ocupación romana de Augusto...

Con uno más te regalaban dos bolsas de tela, así que no hubo otra: "Las puertas Templarias", del genial Javier Sierra, (que descubriste con "La Cena Secreta" y luego lo leíste en revistas de ficción e historia)…

Cuatro más al estante. Cuatro más a la lista de espera de una estantería que si bien un día no ha mucho tuvo un orden, hoy presenta verticales y horizontales sin orden, ni rigor… es lo que tiene cuando tu misma biblioteca te sirve para buscar sobre aquello que leíste, aquella frase que te gustaba, o ese dato que quieres contrastar con Internet para eso que haces poco a poco...

jueves, 3 de julio de 2008

DCXVIII

Una vez saliste, pensaste que aquello fué mejor. Calor, si, mucho, y caminata hasta la estación de metro. Un medio sobre vías, bajo tierra te conduce a tus padres. Están en el centro. “Donde el oso y el madroño” dice tu padre… ¡a pleno sol!

Minutos antes te cruzaste con un amigo de León que salía de lo mismo que tú, pero él no esperaba milagros. Ya lo vi. Ochocientos y pico. Había más de tres mil cuatrocientos...

Otro buen amigo te llamó. “Qué tal, a mi bastante bien, salgo contento, pero en inglés qué…” Y lo omito por resultar fuerte a los oídos. Ahí está, en el seiscientos y más de medio siglo. Había más de tres mil cuatrocientos...

Una sorpresa fue para mi verme ahí, esperando algo mejor... pero cierto es que es la primera oposición. Mira que estudiaste la historia ferroviaria y sólo cayeron dos... llevabas ligera la electricidad y no cayó ninguna, uff... había en inglés una chica cuya madre era de la India, y medio examen con las formas correctas... venga, a la siguiente que tu madre sea española, ¿no? Te peleaste con un grupo de cinco amigos por sentarse uno al lado del otro pero enfrente de otro que bla bla, o si esto es a aquello como vale es a lo otro, o que si el primo de tu hermano es vecino de tu tío, a saber dónde vivía el que no era pariente tuyo... en fin...
Ahora toca esperar y aguardar ese milagro que no tuvo el primero de los amigos. Muchas cegueras, otitis y negativas de hacer el curso ahí he de esperar. Aún así, y sabiendo que pude hacer más, y se pudo hacer más, estoy contento. No caí eliminado, y como los hombres del Abismo de Helm, aún queda esperanza. DCXVIII, es decir, 618.

miércoles, 25 de junio de 2008

No hay dinero

No hay dinero. Claro que no. Haber tenido un periodo de seis meses, seis, sin trabajo y de viaje para un lado y otro (subvencionados pero no al 100 %, claro) me dejó al borde del abismo. Ya estaban los números naranjas, no de esa cuenta de tanta publicidad, pero estaban mutando del negro hacia el rojo. Bendita beca que me dejará unos reales durante un tiempo hasta nueva orden o una nota. Pero a lo que vamos, que no hay dinero.

No hay dinero y se nota mucho en estas fiestas de San Juan en mi ciudad. Es verano y ya no llueve. La gente sale a la calle, pero no ve luces de colores. No ve colgantes repletos de bombillas como antaño. No hay ese ambiente de fiesta. Si, un elefante recorre la Calle Ancha hasta los pies de la catedral. Pero solo unas candilejas entretienen a los niños. Faltan esos libritos que toda la gente tiraba, pero que estos días hasta San Pedro te entretenían leyendo una y otra vez el programa. Incluso te enterabas de que había algún concierto escondido, o de pocos recursos y se daría en una plazoleta escondida en el casco antiguo. Te gustaba asomarte por aquel “Rock en la Cárcel”, ese “Tunning” en el Campus, una “Concentración de seiscientos”, leías el programa taurino, veías al famoso que presentaba un conciertillo en la Plaza Mayor. Mirabas con asombro cómo el Club de Hípica organizaba otro año más algo que ni sabes, ni te interesa, porque lo ves de muy pijos… Todo eso. Y algo habrá, pero no lo sabemos, porque nos faltan esos cuadernitos. Cantantes sin tanto relumbrón llegarán a la capital del antiguo reino y apenas llenarán la Plaza de toros…

Ayer estuve en la feria. Más de lo mismo (pero más amontonado) ésta vez en un antiguo desguace, ahí tras el estadio que no hace mucho tuvo a Shakira. Dos años. Otro gobierno local… ¿Se lo gastarían todo los anteriores y dejaron, como se dice, las arcas vacías, o es que realmente hay que recortar de cualquier parte?

Sea lo que sea, los puestos de clubes y asociaciones te dejaban tomar una cañita sentadito con los amigos, y escuchar una samba o una batuka mientras unas brasileñas, ajenas a lo escrito, se meneaban a su ritmo…

sábado, 21 de junio de 2008

¿Y mañana qué?

Mañana te examinas por primera vez en una convocatoria de esas que se publican en los medios. Mañana tomarás contacto con el mundo de la oposición.

Tú acabaste Magisterio de Educación Primaria y no quisiste presentarte a las oposiciones por no tener apenas tiempo. Hubo otras más, pero estabas muy cómodo en Jesuitas y todo parecía indicar que te quedarías. El futuro, el azar, la mente o ideología de una persona te privó de ello, y desde entonces has vagado por el mundo. Aprendiendo de todo un poco. Atendiendo a ofertas de todo ámbito.

Fuiste reponedor de un almacén que hoy se lleva la clientela de esos autónomos que se aprovechaban y que hoy están en paro. Cuando llegaste a la nave comercial no había ni nave… Estudiaste lo de auxiliar de vuelo, y aún esperas una convocatoria que te de el título. Mientras tanto, viajaste. Grecia en Noviembre, Bélgica en Abril y Eslovenia, Italia y Croacia en Mayo. Por España estuviste… Madrid, Asturias, Galicia… Ahora pretendes ir de nuevo a Oporto… Te metiste como pudiste en el Ayuntamiento de tu municipio. Allí donde todos te conocen. Allí donde todos saben de tus padres, abuelos… te llaman niño… eres becario… Tienes contrato de un año, hasta Mayo de 2009… pero bueno…

Mañana vas a Madrid. A Ciudad Universitaria. Un examen para ser Factor de Circulación te espera. Sois más de dos mil. Y no hay plazas para todos. Sólo siete para León. Aquello será duro. Estudiaste los últimos meses para esto. Todas las tardes las tuviste sentado frente a los apuntes, tratando de enterarte de lo que era una traviesa, un ancho normal y uno ibérico. Qué es el balasto… Quién es Don José Díez Imbrechts…

Ahora llegó la hora. ¿Y mañana qué?

miércoles, 11 de junio de 2008

Recortes de Indiana

Detenido. Empieza mal, como siempre. Está viejo. No puede casi correr. Tiene fallos, pero Lucas se mofa de la edad. Imán. Imán. Imán. Una explosión, una ciudad desierta. Una ciudad luego, muerta. Una nevera protectora, un sombrero lleno de polvo. Unos malos: rusos, esta vez. Una mujer al frente, guiño al feminismo. Escapar y escapar.

Alusiones al padre, al amigo. Ya nadie se pierde en su propio museo. Un chico. Tupé. Un enredo. Le buscan. Te buscan. Correr y montar en moto. Peligro. América del Norte.

Una tumba. Una historia. Orellana. Se ríe de Orellana. Cristal. Luz. Calabera.

La madre del chico. Un ido. Más rusos, los mismos. Sorpresa. Padre. Hijo. Carreras, hormigas rojas, pelea, bosque. Acantilado.

Agua, cascada. El dorado. Indios temibles. No lo eran tanto. Secreto, tumba. Maquinaria de antaño, piedras enormes. Spielberg embriagado. Fantasía, mito de Indiana. Sepultura a los restos. Nunca pasó nada.

Boda. Sombrero. Quien tuvo, retuvo. ¿Continuará?

lunes, 9 de junio de 2008

O Planetario


Tumbado y con presagios de entrar en lance... en sueño... Tumbado en aquel sillón, cómodo, junto a otra butaca que comía cada vez más tzatziki...

Tumbado y mirando un techo de bóveda, blanco y luego oscuro. Negro. Unos niños hablaban a la izquierda, pero como difuminada, la luz se evaporó. Pronto salieron las estrellas, y una voz de documental totalmente nos abría camino entre el cielo de España, de algún país de África, de Australia... Un documental sobre estrellas, sobre las luces del cielo, el espacio...

No pude quedarme dormido. El cuerpo lo pedía, pero estuve atento a todas cada una de las palabras... La rotación, fases de la luna, las estrellas... La historia del espacio. Copérnico, Galileo, cualquiera de los griegos... (Ella daba cabezazos).

Un paseo lento, agradable, tierno, de dulces líneas y sentidos...

Al acabar la película, pregunté incluso al guía... despejé algunas dudas, aprendí algunas cosas dentro de la inmensidad del espacio. Sin duda, era el colofón a un día repleto de museos. El acuario, el Domus, el museo de ciencias... ahora el Planetario... Que Hércules mate a un tirano o gigante y entierre su cabeza en un monte y para recordarlo mande construir una torre, un faro... bueno... allí a los pies, ayer estuvo otra griega. Y eso de que la torre de Hércules sea Patrimonio de la Humidad. Si, vale...

viernes, 6 de junio de 2008

Saludando a un Cervantes

Sería un señor cualquiera. Sería uno que espera minutos y minutos la llegada de un taxi ahí donde siempre los hay, pero que cuando uno buscas, faltan o están en una carrera…

Sería un hombre de pelo cano, de cara grande y de mentón caído. Sería un hombre de mediana altura, con un bastón empuñado en la izquierda, y un periódico enroscado a la otra. Sería un erudito cualquiera. Uno de los sabios, o aparentemente sabio, pero que el móvil lo llegó ya tarde. Un hombre de esos que se pasean a plena mañana por una ciudad elegante y soleada. Un hombre de los pedantes… No éste.

Sería aquí un hombre de traje serio, gemelos de oro y alfiler en corbata. Sería, quizás, pero éste no iba así. Una camisa blanca y las gafas colgadas al pecho, como ya le vi otro día. Sería un hombre de unos setenta y casi ochenta.

Sería, y lo es, claro que si. Sería de esos que se pasean por la Calle Ancha o por Ordoño II entre moda y sucursales bancarias con maletas y mochilas llenas de fango, o vacías. ¡Devuélvame el aval que no tengo qué comer!. Sería, pero iba de sport, ya dije.

Sería pecado no reconocerle. Pero lo ví al pasar en mi coche, y esperar en el semáforo. Y lo vi luego andando, como cansado de aguardar un taxi. Volvió sobre sus pasos y apoyado en el aire miraba el reloj. ¿Don Antonio? Pregunté. Si, buenos días. Lo he reconocido y no podía marchar sin saludarle. ¡Oh! muy amable, joven. Y me extendió su mano. Esa mano que a tantos ha dado. Esa mano que ha tomado el Rey, y que ahora me ofrecía. Enhorabuena por sus premios, me adelanté, estúpido, sin recordar más que un Cervantes… ¡he leído sus poemas! ¿Te gusta leer? Lo que más y entender la historia. La historia no es para entenderla, sino para interpretarla. Si, cierto es y quería agradecerle el haberse quedado siempre en León. Sé que es de Oviedo, pero siempre ha estado en León. Y yo adoro León. León es como un sueño. (Mi taxi viene ahí). Un sueño del que jamás quiero despertar y sólo el despertador y las prisas de Madrid me hacen salir de la cama.


Sin palabras… olvidados quedaron algunos versos. Atrás quedaron frases que tienes apuntadas en papeles por el armario, en el corcho… Un placer y encantado. Abrir la puerta de un taxi y ayudarlo con su bastón. (Idiota, no recordaste aquello que podías haber citado, “No mueras más en mí, sal de mi lengua. / Dame la mano para entrar en la nieve"). Lejos se iría con otras historias y frases sabias. A otro le daría rienda suelta a escribir en su blog. O bien otros subirían la radio por no querer mantener una charla o querer aprender de uno de los grandes, y encima, de los nuestros… Atontado e inmóvil me quedé en la avenida hasta perder el coche delante de un bus…

“Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado”. Don Antonio Gamoneda.

domingo, 25 de mayo de 2008

Un profesor en urbanismo

Cuentas ya con quince días sin entrar por tu blog. Bueno, si, entraste esta semana para ver un comentario de envidia sana y demás que añadieron tras tu último post. Quince días pero no de vacaciones. Nada de eso. Más quisieras.

Querías escribir la otra mañana, pero lo dejaste a medio hacer, porque no salían las palabras y sabes que cuando por el cauce no suben truchas, poco pescado tienes de cena. Y es que tuviste la opción de ponerte a repartir periódicos, sería sentado, en un hall, en una facultad, unas horitas… Sería de leer y estar sentado. Hacer unos carnets y regalar la prensa. Sólo eso. Tuviste que rechazarlo, como el otro de dar charlas sobre drogas y es que llevas en dique seco más de cinco meses, pero una llamada te trajo a la galaxia del titulado universitario, el planeta de las becas, y al país del trabajo. Y así estás ahora, entrando a las 8:00 y saliendo a las 15:00. Con tu tiempo de cigarro (no fumas pero sales a la calle igual) y tus minutos de descanso, café y charlas orígenes. De dónde vienes, qué estudiaste, dónde vives… ya se sabe…

El azar, o la necesidad hicieron que la beca fuese y es en el Ayuntamiento de Villaquilanbre, y la carrera de Maestro no tiene que ver, (como para lo que estoy estudiando) pero mi ordenador flota entre carpetas y fotocopias, archivadores y documentos de la sección de “urbanismo”. Un ordenador aún sin contraseña, si, pero aquí todo va despacio. Un ejemplo: Santa Rita, que me dio descanso en mi segundo día de trabajo. Y es que quien es funcionario, no pierde ya su trabajo, por eso, Santa Rita Rita, lo que se da no se quita.

sábado, 10 de mayo de 2008

Siete kunas y treinta lipas


Con un puñado de euros cruzaste la frontera fuera de la CEE. Te metieron miedo ya en pleno viaje al decirte que si, que necesitabas un pasaporte (mierda, lo estabas recordando metido en tu cajón de Villaobispo...) pero estabas en Ljubljana, a solo dos horas de Zagreb, y a mucho, mucho mas de tu casa...

Miraste en internet, y bueno, te quedo claro que mas o menos un español puede ir a donde quiera sin apenas problemas... pero ojo, que viajabas con una griega... pero nada, ella estaba en las mismas que tú... Vaya usted a saber, porque estos helenos tienen disputas con toda Balkania, y nunca se sabe... Ya viste como rascaban el escudo de su carnet, diferente, azul, con esas letras "no latinas" y el doble que el hispano, que con echarlo un ojo, pasaba (los carnets croatas son casi identicos a los nuestros... poco a poco si quieren integrarse...).

Al bajar del tren estaba tu guía. Se llamaba Ivana. Una chica que sin conocerla, y con solo haber hablado un par de veces por internet, os guió a ti y a la de Likavitos durante dos dias.

Cambiamos moneda: Un euro son siete "kunas" con treinta "lipas"... Y cien lipas equivalen a un kuna... Recordaste entonces aquellos cambios en tu primer viaje de locura de AEGEE a Fyrom... y a Bulgaria, ambas con monedas diferentes de cuyo nombre apenas recuerdas... dinares y... y... no me pidas ya por cuanto equivalían... pero en Bulgaria ya tienen euros... adiós a la "Leva". En Fyrom aún no. Sobrevive el dinar.

Vas a lugares fuera de Europa... te haces fotos con coches que son "Zastavas" y "Yugos"... conoces a gente que no puede ir de Erasmus porque no son de la Unión... ¿A dónde demonios viajaste? Da igual, experiencia que no te quita nadie... pero cuando todos seamos como Estados Unidos, yo habré estado en los restos de Yugoslavia.

jueves, 8 de mayo de 2008

El mayor golpe


Robar banderas se convirtió en un espectáculo durante éste Ágora de Ljubljana. Sí que hay en los estatutos un apartado que dice cositas sobre la legalidad para el robo de banderas y sellos de unas sedes y otras, y quizás por eso León no llevó ninguna de sus tres banderas al mayor evento de AEGEE en Europa…

Situaciones como “sácame una foto con la bandera”, “pasa la bandera al que está detrás de ti”… servían para arrebatarla y obligar a los dueños a realizar una prueba.

León, Oviedo y Santander, quién ya lo denomina oficialmente como “triángulo del demonio”, se aliaron ésta vez, y formaron un tandem espectacular. Madrid sigue siendo la víctima de siempre, y la sede de Alicante se esforzaba por igualar a los del norte.

El mayor golpe ocurrió allí, durante las presentaciones de las sedes. Y es que los confiados organizadores de Eslovenia, ondearon la bandera al escuchar el nombre de su sede, y esa fue la oportunidad para que León la arrebatase.


A partir de ahí, el deber de realizar una prueba, como hicieron los de Valencia al tener que salir de fiesta, los chicos maquillados y las chicas en pijama… otros el conseguir que más de cien personas bailasen el chikichiki, o más de veinte parejas se besasen durante un minuto, amén de aquel streptease espectacular e inolvidable con el que Riga nos deleitó en el Ágora de Nápoles de 2006…

Unas pruebas que de no ser superadas o negarse a hacerlas, provocan que el secuestro de la bandera perdure hasta un nuevo evento, un nuevo Ágora, y la bandera repose en nuestra oficina hasta entonces. Mientras tanto, toca pasearla... aunque en la pared de la oficina es un cuadro.

Vía libre

Saliste del colegio cuando por fin viste aquellas siete asignaturas aprobadas. Dos años te costó aquella preparación antes de la Universidad, que más o menos, celebras como uno de tus mejores años. Más libertad. Repetir lo ya visto, conocer a más gente y ganar en personalidad, confianza y verte inmerso en aquellos amores que te llevaron a las estrellas.

Sabes que lo del examen que daba acceso a la Universidad lo pintaron feo. Feo, pero que muy feo. Horrible. Pero lo pillaste al vuelo, casi sin despeinarte. Los dos años anteriores te dieron tranquilidad y calma. Seguridad.

Luego la carrera la llevaste. Más o menos bien, pero la sacaste. Tus amigos aún siguen y otros van acabando. Pero disfrutaste y aprendiste.

Pretendiste ser maestro. Te ves preparado, pero hubo quien desconfió de ti y te cerró la puerta. Saliste herido de aquello. Esas palabras del colegio de la “Religión es fffida” calaron en mi revés… Ese revés con el que escribía en el colegio creando un lenguaje secreto… mira tú por dónde…

Te viste volando. Cual pájaro. Y estás a medio camino de ser Auxiliar de Vuelo. Pero no sabes si algún día lo serás por fin…

Se te presenta una nueva oportunidad. Un tren que no has de dejar escapar. Un ave sin plumas, que sobre madera recorre España, Europa… como a ti te gusta. Es tiempo de ser terrestre y dejar las alturas. Vía libre con el tren.

jueves, 24 de abril de 2008

Va "póor" ti


No te quisieron. Perdón, no te quiso. Y su imposición arrastró a los arrastrados a continuar con su farsa. Por fin dicen que éste es su último año por aquí. La verdad, que la vaya muy bien a su excelencia, pero a mi me apartó de mi segunda casa.Puso en duda que supiese explicar y educar en el que dice “su colegio”, pero nunca ha sabido mantener la ideología que allí siempre nos enseñaron. Quedaron atrás todas las frases célebres, ya se sabe, “En todo amar y servir”, “Creemos hombres de fe” y esas cosas, porque a mi, uno de ellos, es decir, el que dicen que manda, me alejó. No soy un rencoroso, tampoco una mala persona, creo yo, pero la gente se equivoca a veces, y en Julio, éste, se confundió. Negó una plaza que todos daban por cerrada por dársela a hijos de amigos, a familia con quien guardaba una buena relación... como otras veces… Apartó esa idea de continuidad que otros defendían. Otros luego, aparentaban ser importantes, pero de huevos escalfados y fritos por otra eminencia, que sostenía una sartén cada vez más tiznada.

Luché por entender ideologías, San Ignacio, San Francisco Javier… tenía en un buen lugar “La Misión” de Rober de Niro, sólo por ser de hermanos jesuitas… todo al traste. Todo complicado desde entonces, más que la predicación de Goa, incluso más complejo que entender el funcionamiento de la barraca de las fiestas del colegio… Todo negado. Anegado diría yo. Lleno de fango. De más y más mierda y con olor a cambio. "Hay algo podrido en el Sagrado Corazón", (que no en Dinamarca)."No creo que seas capaz de explicar las montañas y los ríos de Castilla y León a los niños de Primaria en clase". Eso me dijo. No lo era pese a ser monitor y profesor de informática en el Campus Bilingüe de aquel “su” colegio (antaño el de todos). No servía. Un calendario ya elaborado me apartaba de toda posible inclusión en el programa. Nada. No entiendo el por qué de la entrevista, ah, si, “para que sepa cómo son las entrevistas de trabajo”. Una posibilidad, al igual que otras y otros nuevos y nuevas en el colegio. Yo diferente. Los otros… casos especiales… y de fuera. Yo no pasé por el aro. Medio año de prácticas con la máxima puntuación, y tres años sin quejas… pero contento y sabiéndome de haber trabajado por el bien de los alumnos, por el buen trato con los compañeros. Por el reconocimiento de los padres. Yo no tuve que arrodillarme. Y me siento bien por no seguir barriendo sus basuras, por no seguir sintiéndome observado desde su torreón. Por no ver su falso gesto. Por no seguir engañado, como estuvo tras prometerme un puesto por cursos y títulos, que conseguí por duplicado, y con reconocimiento del propio Cambridge.

Nada. No sería capaz de hablar inglés en las aulas… A él le dedico éste post, éstas fotos. De él me acordé cuando acabé de explicar la Capilla Real de los Reyes Católicos en Granada a 49 estudiantes Erasmus. Sí. Algo de historia de España hasta la Reconquista, los austrias, y los elementos y estilos arquitectónicos empleados en la propia capilla. Nada. (Lo que saben todos los profesores de Primaria...). A todos me los llevé conmigo en Semana Santa a Andalucía (Granada, Córdoba, Cadiz y Sevilla). Nadie me examinó desde su redil. Un aplauso al acabar el viaje, comentarios a otra gente de la buena organización, y alguna cara de pena por no acompañarles a otros viajes fueron suficientes para cerrar los ojos y acordarme del verano de 2007… el verano en el que una persona me cambió la vida.

Al parecer hay gente que si que sabe valorar lo que hay por el mundo. Vete fuera de tu casa, para que sepan valorarte como es debido. A ti. “Poo”r ti.


lunes, 21 de abril de 2008

Por Flandes...

Por Bélgica estuve en las últimas calendas. Un viaje de más de diez días que me llevaron a aquellas tierras del cómic, en las que tanto hispano cayó rendido. Un intercambio cultural, europeo, ya se sabe, la moda, lo que se lleva, de eso de hablar inglés y añadir experiencia al currículo. Cosas del Youth Programme.

Pero siete días, siete: de curso, de actividades, de convivencia con polacos, chavales de la tierra del gran Wojtyla, otros de la tierra de los filósofos, (los guerreros eran de Esparta según Leonidas), y otras de la tierra, todas féminas, organizadas, totalmente belgas. ¿Mis compañeros? Españoles y una a medias, hispano parlantes costosos de entender y hablar inglés, pero todos atrevidos. Como siempre, la fiesta era nuestra.
La ruta había empezado previamente, acercándonos a ciudades fuera de programa, sumergiéndonos en historia puramente, y con go-pass de ferrocarril para desplazarnos.

Gante la primera, ciudad que vio nacer al gran Carlos I, V para Alemania. Hermosa, diferente. Con rincones y paseos, los canales, catedrales… el castillo, el tranvía… Amigos recién conocidos (bendito AEGEE, y en ésta AEGEE-Gent) nos alojaron en su casa, una típica de Flandes, de esas estrechas, de varios pisos y fachada triangular. Unas fotos aquí el último día, que sobró y decidimos volver, donde el Duque de Alba ahorcaba a los rebeldes, a los protestantes… orden de Felipe II, que odiaba la tierra que amaba su padre. Normal, prefería El Escorial y él no era flamenco. Con Maarten llegamos a Brujas, Venecia del Norte, la ciudad de los cuentos, de calles empedradas, de inspiración a novelistas y cuentistas, Patrimonio de la Humanidad… Como si Hansel y Gretel correteasen cerca. Amberes fue diferente, más ciudad, menos sueño. Sólo los diamantes y los rabinos me acercaban a una ciudad diferente a las de mi España. Una plaza mayor con el romano aquel que cortó la mano al gigante para no pagar por cruzar el canal, un escudo de castilla, y si, con mi León en lo más alto en Bélgica. Mirando al felino rojo me sentía más cerca de casa.En Leuven empezaría nuestro programa legal, aquel motivo por el que viajamos hasta allí. Una ciudad de universitarios, con bares tipo Cantus, de hermandades de “Canteros” y jolgorio al sol. Comida a las 12:00. Cena a las 18:30. Rugir de tripas a las 0:00: kebab. Luego Bruselas, allá donde las coles. Capital de Europa, con grandes edificios, empresarios, maletines y trajes por doquier. Por supuesto, visita al Comité de las Regiones, al niño y niña meones, Palacio Real y la sede oficial de nuestra Asociación: la casa del terror, en la Rue Nestor de Tiere, número 15. Más tarde a Namur, capital de la Valonia, gabacha y diferente, de cisnes en las aguas, patos y ocas por las calles... Un mundo tranquilo, sin prisa, relajado, familiar…
Bici, avión, coche, tren, bus y tranvía en menos de quince días. Paintball, supervivencia en montaña, arneses y cuerdas, arrastrarnos bajo tierra, cánticos con cervezas, Hoegaarden, Cara Pills, presentaciones sobre nuestras regiones, dialectos y lenguas en nuestros países, fiesta, bailes, rumbas y chiki chiki, parrilla, poco móvil, no Internet y aire puro. Lluvia sin paraguas, una cámara de fotos y un viaje que nunca olvidaré.

jueves, 3 de abril de 2008

Mickey Chavez

Unos meses atrás escribíamos sobre eso que hoy figura en chapas, pegatinas y camisetas, ese “por qué no te callas” tan famoso que dio la vuelta al mundo… o por lo menos a nuestro mundo hispánico. (Tú sabes que también se vió en Grecia).

Hoy leo en la prensa algo nuevo sobre Chávez, una foto irrisoria aparece en la portada del artículo, y una gran cabeza, gran melón atolondrado posa inculta ante dos bultos negros. Una imagen endemoniada dirán allá sus partidarios, y que Reuters, que tan nacionalista busca siempre aupar a los Estados Unidos, utiliza para masacrarlo. El Canal Radio Mundial defiende a los chavistas, mientras que la sombra de Bush planea sobre sus orejas, que como él, son falsas.

martes, 18 de marzo de 2008

Programa Tandem


Siempre, en las primeras reuniones de AEGEE, desde que soy parte de ese estilo de vida, salía el tema del programa Tandem, además de otras historias, propuestas y aventuras que se sucederían durante el curso y que para bien o para mal, dejaban su legado en la memoria de fin de año. Pero el Tandem se caía del programa, nadie se hacía cargo y nadie lo impulsaba.

Un buen día no hará más de un mes, me junté con los “Eternos” Txema y Jm, y los propuse un tema: rescatarlo. Ellos apoyaron la aventura, y pronto hablé con Rafael de Paz, Director de la Unidad de Relaciones Internacionales de la Universidad de León. Dándome su apoyo y echándome un cable en el envío y difusión del programa, y viéndolo incluso, en una página de noticias, un diario digital de esos que abundan ahora, pero de nombre y poco a poco importancia en la ciudad, me he topado con más de treinta solicitudes.

Ahora me estoy dando cuenta, de que si algo te interesa y tiene fuerza entre estudiantes, sale adelante. En menos de una semana, más de treinta… La mayoría son españoles, claro está, buscan inglés por la jeta. Y así es el programa, gratis para toda la Comunidad Universitaria.

Buscaremos ahora a los Erasmus, engañaremos a alguno para que oferte italiano, inglés, la gran demanda, o idiomas de esos raros, como la chica que oferta ruso...

Juntaré solicitudes. Buscaré similitudes. Uniré las peticiones, y ofertas y demandas concertarán una cita, allá donde convengan, y charlarán cuanto quieran. Si quieren repetir, repetirán. No hará falta que me lo digan. Ellos ya tienen su contacto, y vendrán solamente, para decirme que buscan nueva gente, que quieren facilidades, y así cederemos oficina, impresos en otras lenguas, para leer, ver noticias, traducir…

Un experimento del que he tomado las riendas, y que si funciona, puede ser grande el curso que viene ¡o incluso este! Descansen pues en paz los otros programas tandem que cobran ojo y medio por una hora de charla fría y seria. Éste será cercano, próximo y de amistad. ¿Quién sabe si con éste programa será por fin conocida nuestra asociación en un ambiente que no confía en ver cosas tan sencillas como las que ofrecemos? El tiempo, como siempre, dirá.

A Dios rogando...

En estos tiempos que corren, con estas procesiones por las calles, papones para arriba, papones para abajo… unos que cruzan sin mirar, otros ataviados ya desde casa con la misma caperuza… te digo que ya estamos en tiempo de Pascua, eso que dicen en Europa, y que en España llamaremos, por lo menos también este año, “Semana Santa”.

Y no es mejor momento entonces, el que ha elegido la BBC, ya sabes, esa cadena inglesa que todo lo que dice o hace llega aquí como de absoluto rigor, y de importancia exagerada, (cosa que ellos no creo que hagan con “La Primera, o antaño, TVE1”), pues digo, que no ha hecho más que presentar un serial, de cuatro capítulos, sobre enigmas de Cristo. "La pasión", lo han llamado.

Hasta ahí, ya tendríamos a los de "Radio María" ingleses, conferencias episcopales y cardenales alborotados. Sólo por eso. ¿Vale? Pero es que hay más. Ya verás: Encontraron en Jerusalén, allá en 1966, un esqueleto de un hombre crucificado, diferente a como siempre pensamos, y es que los romanos crucificaban de manera diferente, claro, claro, ahora todos dicen sus versiones, pero hasta entonces nadie abrió la boca… y sólo un tal Simón Elliott lo recordó, y ahora lo ha plasmado en la tele ganándose el “afecto” de toda la comunidad religiosa.

¿Has visto?

Nada como tocar el tema de la Iglesia, que se ve poco a poco más acotada, para crear espectáculo, revuelo y admiración. Lo que tú dices, un carnaval.

Pues vaya revuelo que tienen. Unos con los pasos, otros pujando, y otros: empujando. (Por no decir, con el mazo dando).

martes, 11 de marzo de 2008

Una ida de olla, una olla a presión

Una ida de olla fue la del gran Manolo Cadenas en la rueda de prensa de anoche.

Se jugaba mucho en el Municipal de los Deportes de la capital leonesa, allí donde unos días antes Zapatero juntó a los seguidores de su partido para que lo alabasen, evitando un amplio público, (como si quiso Rajoy) que pudiese estropearle la fiesta. Cítense aquí, por agradar a un amigo y explicarle que no soy ni del uno, ni del otro, los autobuses parados en la Virgen del Camino, por contener manifestantes ansiosos de gritar contra el nuevamente Presidente del Gobierno.

Aquel lugar, fue en 2005 el centro de una reunión entre Peñas del Club Balonmano Ademar y su Junta Directiva, por cambiarlo de nombre, y rendir así honores, al técnico de Valdevimbre, que llevó al Ademar de las bodegas del balonmano, a las mesas más selectas del panorama mundial. Un tira y afloja reveló un pequeño malestar entre Junta y entrenador, y dos años más tarde, éste fichaba por el Barça.

Muchos pensamos que Juanín, el más querido, se iba de aquí porque no quería a Cadenas, pero ahora ya sabemos que no quería a otra gente. Así pienso ahora que hicieron muchos otros, además de por dinero, por no seguir en la sombra del virus. Sabemos poco a poco, dónde está el veneno, pero no hay antídoto que lo cure, porque si que es un club enfermo, pero que resiste a la muerte.

Sólo el público, la gente, la afición lo mantiene. Ayer todos lo vimos. Ayer todos nos volcamos contra el Barça (quién me iba a decir), contra los árbitros (ya en el minuto cinco no quedaba nadie entre los seis mil del público sin haberse levantado protestando) contra la propia Federación por poner un partido en lunes… Pancartas, banderas, trompetas, bombos, megáfonos... Las simples voces de cada uno de los aficionados llegaban al parquet. Todos éramos uno, León, y a grito de “Si-se-puede” los jugadores vencieron al equipo de Laporta y salieron de nuevo, aplaudiendo ellos ahora a la grada.

Cadenas, colérico, vio cómo la liga se alejaba, y dio y repartió en la rueda de prensa. Pienso que se equivocó. Felicitó al Ademar y luego azuzó al Presidente, a la Junta… Hoy no hay más radio deportiva en León. Hoy no hay otro tema en el periódico. Una gesta, una victoria de un equipo, de una afición, que se vio ensombrecida por las declaraciones del bueno de Manolo.

Aquello del nombre del Pabellón fue negado en dos ocasiones por el Ayuntamiento, y a mi entender, el propio personaje ha negado la tercera, y cerrado dicha posibilidad. Aún así, yo le seguiré aplaudiendo.

lunes, 10 de marzo de 2008

Perrea, perrea

No hablaré aquí de elecciones, pues mucho habrá que leer, ver, escuchar, pensar, debatir y discutir. Luego ya un día podremos hablar de unos y de otros, porque siempre hay que esperar a que amaine la tormenta para sacar conclusión de lo ocurrido. Ya con la mitad de los votos salió José Blanco, uno del PSOE, diciéndose vencedores. Luego, Rajoy, con una masa a sus pies, de esos porta banderas que un día critiqué, (y que sirva pues para que un amigo se anime a crear un blog tras una respuesta que bien se merecería un post propio y no oculto entre mis comentarios).

Hablaré de otra elección, de otro concurso, otro pulso, pues los hubo ganadores y vencidos, también en la tele, pero con menos medios que el de hoy, a pesar de que toda España siempre critica su formato.

Eurovisión vale bien poco últimamente, y el slogan de este año, de "Salvemos Eurovisión" ha dado pie a esto. Un personaje casi de cómic, sacado de un programa de entretenimiento de un nuevo canal (llegado antes de la TDT) será el representante de todos nosotros. Es lo que tiene surgir de un canal cuyo Presidente es un payaso...

Tiempo antes montaron una web donde cada cual mandaría su canción, y hubo extrañas, cual pajarracos y otros innombrables, hasta llegar a una final, de la que cayó El Gato con su Bicicletera, una copla discotequera que pecó de falsos votos. Algunos retoques dieron al más conocido, este Rodolfo Chiquilicuatre, el permiso de cantar en el programa de anoche, presentado por la sempiterna Raffaella Carrà, benditas noches de sábado pre-noche de fiesta y quien decía que para hacer bien el amor había que ir al sur (ilusa… no conocía León).

El voto por móvil aupó al inventor de la guitarra de juguete con vibrador, ésta especie de argentino descubierto por Andreu Buenafuente y promocionado por Berto. Ya antes fue socio en su programa, pero con éste carácter ha confirmado al programa como cantera de talentos, como el Neng, la niña de Shrek, o el Follonero.

Como muy bien dijo un particular Miguel Ángel Revilla: “Ya de hacer el ridículo, hagámoslo bien”. El 24 de Mayo lo veremos. ¿Acaso se convertirá ésto en un nuevo baile internacional a modo de Aserejé o Macarena? De momento, a mi ya me suena el Chiki Chiki en el móvil.

lunes, 3 de marzo de 2008

El del Bonobús y su panda en León

No sería más que un domingo cualquiera en León. Ya se sabe. Rastro en Papalaguinda… comida en casa de las madres, suegras, abuelas... pierde la Cultural… hace calor durante el día, y frío en la noche… paseo de tarde por la Calle Ancha y Catedral… ¡Pero oiga, mire usted, que es que hoy estuvo Rajoy en su cuidad!

Y es que ya lo había avisado el bueno de Adrián Testera esta semana: “Hay que ir a ver a Marianín el domingo, a la Plaza de toros…”, si claro… no había nada mejor que hacer tras quedarme ayer hasta las tantas por ver la nueva Miss España y las nuevas desventuras de la Organización metiéndo la pata en varias ocasiones... así que prolongué el despierte mañanero y me crucé, de camino al coche al ir a comer (tocó dormir en Santa Ana), unas mujeres con banderines de palo blanco y azul bandera, de los que ondeaban hace unos minutos en el resumen de Televisión de León.

No había mucho más que hacer hoy por la ciudad, la verdad, y ante la duda, unas doce mil personas a pasar la mañana. Se trajo Rajoy un clima primaveral, y atacó a León en festivo, para que el apoyo fuese mayor, ya dijo él mismo “el pueblín de ZP” y es que aquí tiene más gancho que el de barbita) y además ésta semana se oyó que “… quiere estar arropado por los jóvenes…” decía el otro, y se vio respaldado así por jubilados, quién si no en ésta tierra, en busca de regalos que dar a los nietos, y banderines que enroscarán para dejar en algún rincón de casa hasta desarmarlos y servir de muleta a las plantas de macetas.

Con Rajoy estaba la cream de la cream del partido de las gaviotas, es decir, Juan Vicente Herrera, del que ya dejó un guiño el dueño de Buridán, García Prieto (ex de la Junta y ahora en la Dipu), la vice, Maria Jesús Ruiz, Morano Masa, César Antón (el de las familias), Ana Botella (gran boca-estuche), Valín, Tomás Villanueva, Antonio Silván, Juan José Lucas, la “Carrasca”, que dijo unas palabras, (y dices “basta” y sigue siendo fea), militantes jóvenes que conozco, que estaban en pantalla ahora que pusieron el coso en la tele… y un bajito y lo sabemos, José María Aznar, con jersey rosita, al estilo de esos peinados raya al lado, chalecos de rombos y camisas pijas tan típicos del PP.

Saco mi estúpida conclusión de que lo de venir en Domingo fue para atraer a sí a los jubilados, que al no tener autobuses (ya sabemos que viajan gratis) hasta el medio día, irían al León Arena caminando, o en coche… así nadie le diría nada de que llegaron ticando un bonobús.

jueves, 28 de febrero de 2008

Tensión en las nubes

No ha tardado el Papa ni dos días en mandar a su séquito a instancias de Fidel… perdón, Raúl Castro en Cuba.
Y es que Tarcisio Bertone, el número dos del pequeño pero gran país del Vaticano, benditos Estados Pontificios de antaño, se presentó por aquellas tierras, con la excusa de conmemorar el décimo aniversario de la visita de Juan Pablo II, y vaya casualidad, que fue entonces cuando se produjo el cambio de poder en la isla. Aprovechando que estaba por allí, ni más ni menos que el siguiente a Benedicto XVI, se sentó con el hermanísimo, (primera visita oficial) y hablaron de lo grande que es la Iglesia y todo eso que lo rodea, bla bla… Aprovecharon eso si, en aunar críticas contra Estados Unidos, y en continuar extendiendo el poder eclesiástico y la bondad de Dios por la Isla… en un régimen dictatorial, como es el que aún persiste en aquellos lares.Poco se ha acercado Ratzinger a Kosovo… ¿por qué?
El cielo es para todos, para los del Caribe, y para los de los Balcanes. Para las compañías eléctricas y para la Junta. Vaya jaleos se traen con la línea de alta tensión de Sama-Velilla… pero ese es otro tema… que todo sea por tener enchufes en el cielo.

martes, 26 de febrero de 2008

Nunca llueve a gusto de todos


Hoy acabamos (casi) la materia del curso de Auxiliar de vuelo. (Sólo quedan un par de temas de "Factores Humanos", pero mañana estará cerrado el asunto). Con una hora, bastó para cerrar el libro de “Normativa de Aviación Civil”, y pronunciar el profesor las palabras: “Venga, podéis estudiar”.

Mis compañeras y yo, discutíamos a veces de la dificultad del curso, por no tener tiempo de estudiar. Trabajando por la mañana, de 17:00 a 21:00 en clase, y por la noche, cansados, no nos apetecía… y ahora, que el profesor nos ofrecía tres horas para estudiar, repasar, y hacerle preguntas de normativa, no podíamos concentrarnos. La una subiendo al baño, saliendo a llamar por teléfono. La otra comiendo golosinas y resoplando en cada página. El profesor, escribiendo unas cosas, y yo, tratando de concentrarme en ese ambiente anti-estudio.

Se quejaron ellas, después de cuatro o cinco minutos de calma relativa, de la mala concentración en aquella sala ambientada en “Cuéntame” donde tenemos la mayoría de las clases… Reían, bromeaban, la otra seguía resoplando más y más, cada vez dejándose ver más y más molesta y enfadada con el profesor, con el libro... con todo. La otra estaba destripando su móvil, con la batería y tarjeta sobre los apuntes… Gominolas de colores a la cabecera de la regulación de la OACI, el bolígrafo cruzado sobre el origen de AENA…

Las palabras mágicas fueron, "Podéis marchar ya…" a lo que siguió una espantada general, con una más que triste cara del profesor por pensar que no íbamos a aprovechar el tiempo, y unas compañeras, que si bien una decía que tenía ganas de ir de compras, la otra sólo pensaba llegar a casa para dormir… Yo tengo aquí delante los dieciocho anexos del Convenio de Chicago de 1944… habrá que ponerse a ello tras meditar lo mucho que la gente protesta por algo, y cuando lo obtiene, se calla y busca otros motivos de queja… ahora que hay tiempo para estudiar, no había ambiente de estudio…