lunes, 12 de febrero de 2007

Niño soldado Iª

Me llamo Jarim.
Soy un niño que ha matado a sus padres. Un día, tras salir de la escuela, un grupo de hombres vinieron a mi grupo de amigos de camino a casa y nos llevaron a las afueras del pueblo a punta de pistola. Nos explicaron lo importante que sería acercarnos a la milicia para la seguridad de la familia y del pueblo. Y que lo de sacarnos a punta de pistola era para que viésemos lo importantes que seríamos con un arma en nuestras manos... Yo nunca había cogido una pistola, ni nada similar a eso. Había guerra en el país, pero a mi pueblo no habían llegado más que cuatro noticias... pero estaba lejos. No me importó... Fui contando esas cosas de los soldados a mi casa. Mi padre se negó a que me apuntase al ejército, y mi madre decía que era una salida para nuestra situación. Eramos pobres, pero felices. Una semana más tarde a la salida del colegio, los mismos soldados volvieron a sacarnos a las afueras y nos volvieron a decir que era lo mejor para nosotros. Ésta vez si que nos dejaron coger un arma, e incluso disparar a unos árboles... Me sentía poderoso... Volví a comentárselo a mis padres a la vuelta a casa, y los dos ahora si, se negaron en que me apuntase. Discutí con ellos, porque dos de mis amigos si que lo iban a hacer, asi que esperé la nueva visita de los soldados. Fué nada más que tres días más tarde, y a la salida del colegio, al verlos, fuimos corriendo hacia ellos. Nos trataron muy bien. Nos dieron un arma a cada uno, y nos la pudimos llevar a casa. Cuando entré, mis padres se asustaron y me echaron la bronca por llevar un arma a casa. Tanto me enfadaron y tan mundo diferente veían al que yo sentía en ese momento, que disparé el arma y maté a mi madre. Asustado apreté el gatillo de nuevo y maté a mi padre. Quise morirme en ese mismo momento, pero pensé que ahora que estaba sólo podría apuntarme a la milicia sin que nadie me lo impidiese...
He matado a mis padres...
Estuve dos dias sin salir de casa, conviviendo con los cuerpos muertos de mis padres, pensando en cómo actuar a partir de ahora. Un amigo vino a mi casa, y le dije lo que había echo. Él había echo lo mismo... Así que nos pusimos a caminar por el monte... para buscar a los soldados... pero ellos nos encontraron a nosotros... CONTINUARÁ

http://www.es.amnesty.org/camps/ns/mapa.php#

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