jueves, 7 de noviembre de 2013

Destripando el 1984 orwelliano


Publicado en web del Club de Lectura Tempus y la web de AJ Tempus

En la Biblioteca de Villaquilambre, y no en la habitación 101, número copiado del despacho de Orwell en la BBC, hoy hemos charlado sobre el origen de la frase hecha de que algo es "orwelliano". Sociedad ¿futura? ¿ideal? a la que irremediablemente nos acercamos. Como si fuéramos el propio Woody Allen en el Dormilón de 1973, ese despertarse en un mundo diferente y futurista; destripamos el libro donde Winston Smith (como Churchill y la mayoría de ingleses) en la franja aérea 1 (antes llamada Londres) de un gran imperio, Oceanía, vive y modifica los artículos de la revista "Time" adaptándolo a la sociedad que le ha sido impuesta, y que nunca sale de una constante guerra (que está alejada del punto donde trascurre la historia y de la que incluso se piensa que podría ser inventada acelerando el sentimiento nacionalista) con sus países/imperios enemigos. Ahora con uno, ahora con otro, avisando a la población con pantallas en cada rincón, cada estancia, con vídeos propagandísticos al estilo de la URSS más comunista, con dos minutos de odio y euforia...

Hablamos del libro "Nosotros", de la vida de Stalin en "La corte del Zar Rojo", el destierro a Siberia en "Archipiélago Gulaj" y el documental "Asaltar los cielos" en el que descubriremos cuando veamos a Trostky en Cuba, en México, como amante de Frida Kahlo y asesinado por un español, Ramón Mercader, familia a su vez del promotor y causante de que los Rolling Stones tocasen en España. Ese país en el que luchó el propio Orwell y que dio pie al "Homenaje a España" y que ya sentado en su oficina, iría leyendo y descubriendo que la verdad de los hechos no era lo que recogía la prensa. Verdad manipulada, la historia la escriben los vencedores. Guerra es paz. Libertad es esclavitud. Ignorancia es fuerza, hermanos. La V de Vendetta como símbolo de los Aliados en la IIª Guerra Mundial, Stalin al puro estilo Big Brother y el juego de palabras de Trostky, que era realmente Bronstein y en el libro su imagen se llama Goldstein. El enemigo común. Ese que hará gritar a los burócratas condenados a una misma vida vigilada, mientras que los proles, pese a ser mayoría, serán incapaces, como animales que son, de asaltar el poder. Animales que sí que tienen su banda sonora de Pink Floyd en Rebelión en la Granja.

El mundo feliz de Huxley se ve en esta novela como un mundo más amable que en un 1984, cruel, más pobre, con ratas a punto de perforarte la cara, puras Crónicas Marcianas escritas en una Neolengua que en 2050 hablará toda la gente... Y lo que lees ahora, en este mismo momento, habrá desaparecido. Sólo quedará el sexto álbum de David Bowie, Diamonds Groups, hablando de una ciudad postapocalíptica...

No hay comentarios: