lunes, 3 de febrero de 2014

El héroe de tu vida. La heroína de tu muerte.

Publicado en DiarioDigitalDeLeon.com el 03/02/14.

Había ganado un tocayo tuyo, una estatua de esas de oro, o similar, de manos juntas y famoso por las galas y pompas americanas. Se había paseado por la alfombra roja de Hollywood, ante los gritos y flashes de la gente y las cámaras, proyectando su imagen por todo el mundo, a pesar de que no le gustaban las entrevistas, ni la prensa, ni la farándula (o eso leo). Se fue Seymour Hoffman con una jeringuilla clavada en el brazo, ese loco que carraspeaba en la película que viste el sábado noche, sí, el que hacía de Judas y quiso ser Cristo. Quería ser Dios, como todos los que se chutan. Quieren ser algo más de lo que son, huir de una realidad que no les gusta. O de esa realidad que los ha comido, engullido, y no supieron rentabilizar su éxito, o su fortuna.

Cory Monteith, el de Glee, Kevin Dubrow, el heavy de Quiet Riot, Brittany Murphy, esa guapa rubia, Amy Winehouse, Michael Jackson, Marilyn Monroe, Whitney Houston, Elvis Presley… todos muertos por sobredosis. Y los recordamos. Y muchos los idolatran… pero ¿qué hubiese sido de ellos si no hubiesen muerto tan pronto? ¿o de esa forma? ¿Hubiesen mantenido la fama y éxito toda su vida? ¿Se les recordaría de igual forma una vez hubiesen muerto?

Primo, hermano, amigo, lector, vive la vida a tope, no te pases, pero disfruta de cada momento. Aprovecha las amistades, la familia, que es única (y es la que nos ha tocado), y agranda y amplía los ratos de risas, de jolgorio. Desfasa pero no caigas en esos vicios que matan. Olvida los malos rollos y pasa página ante cada imprevisto. No hay nada o casi nada que no se pueda remediar, menos la enfermedad, menos la muerte. Pero mientras puedas, mientras podamos, hagamos de estos años que vamos a vivir los mejores años posibles. Para eso no hace falta chutarse. No hace falta hacer el mal a otro. Ni a uno mismo, si quiera. Ver amanecer otro día más, luchar por seguir adelante, compartir experiencias, vivir cada instante, llorar, pero de felicidad. Un abrazo, un beso, un paseo en compañía, charlar tomando un café, ver un partido con pipas y cerveza, emprender una aventura, comprarte unos billetes para viajar, para desarrollar una actividad que has hecho mil veces, que no has probado nunca…

Porque ya lo dijo un grande "la vida puede ser maravillosa…" así que no la desaproveches.

No hay comentarios: