miércoles, 19 de mayo de 2010

La misión

Rompe su voto el que jura obediencia pero alzándose a la violencia, no necesariamente debiendo de empuñar una espada, y pudiendo ser verbal, castigando innecesariamente y condenando a otra persona.

Tumbado en el sofá tras una noche de tormentos y cuchillos largos, ayer puse de nuevo “La Misión”. Habíamos hablado algo del pasado jesuita el sábado en el centenario del que os hablé, y recordé a Jeremy Irons tocando la flauta y trepando unas las cataratas por las que iba Liam Neeson minutos más tarde. Inmediatamente me vino el llanto de Robert de Niro al llegar a la cima siendo despojado de “su carga” y ya metiendo el USB en la tele un momento de la batalla cantando el “Ave María”. Tenía ansia por verla, y apenas me hube sentado, vi caer al crucificado.

Luego todo fue traerme recuerdos de la otra vez, y ponerme en la piel de un jesuita de los de antaño, flacos, aventureros, increíbles… Acabó la película y me vine a Internet, madre de las enciclopedias, y busqué y linkeé, y una página me llevó a otra, indagando sobre un pasado lleno de expulsiones, de aceptaciones, de conquistas y de poder, olvidando a veces la dura lucha de los muchos Padres Gabriel.

La orden jesuita, con Ignacio y Francisco Javier primero y luego todos los que siguieron, hasta ahora, y pese a la crisis, han ido cambiando su misión.

Es distinto lo sé, pero no sé si ahora sigue en pie el voto que una vez se juró. El estancamiento de la iglesia y de sus órdenes es el problema, pero al menos me alegro de haber estudiado en su colegio y que los jesuitas tomasen parte importante en la historia.

A lo que digo yo… ¿El oso barrigón de Disney, metido en su despacho y falso acaparador, habrá visto la película? ¿O aún seguirá justificando la estatua del Sagrado Corazón? Pues se la recomiendo y que deje de jugar con Torrente.

1 comentario:

Víctor Escapa Montaña dijo...

Buena películas Óscar. Te recomiendo verla en versión original.