domingo, 20 de febrero de 2011

Los burros y el pollino

Esta semana, en portada del más leído de la provincia, aparecían dos burros y un pollino. A saber...

A la derecha el que cae más majo. El agasajador. El amigo de los ancianos. Ese que gobierna para los mayores olvidándose de la nueva hornada. Ese que olvidó las políticas sociales en el ropero de las Pérgolas antes de poner el cierre por falta de público (jóvenes). El político que trajo a Álvarez Cascos, lo dio un bollu, y se hicieron amigos. El bollu debió indigestarse o vete tú a saber lo que tenía, y varios días más tarde el asturiano claudicaba y dejaba la bandada de gaviotas. Cosa rara tendría el bollu coyantino, o quizás el bollu estaría alterado, o como el filetón de Contador, ¿quién sabe?. El bollu, el bollu pudo tener la culpa.

En el medio, como si de una orquesta se tratase, el director de un circo que atiende siempre a la pista, y se olvida de las filas y espectadores pegados a la lona. Un payaso que se hizo rico con las gracias de los jerifaltes, y que acatando los mandos del más allá, obtuvo una plaza en una novela grotesca y picaresca, donde aguantar a un León que no se merece el nombre en el Valle de Olid le da más calor que el carbón en tierras del noroeste. A lo sumo si coge algo, será del de Busdongo hacia el norte.

Y a la izquierda, el más humano, situado a cuatro patas presenta más firmeza, simbolizando a la clase obrera, los currantes, que viendo que este encuentro ye una paranoia, espera que, con los otros dos al lado, le den bien por atrás. Total, es lo que viene pasando en la grotesca comunidad de las regiones de León y de Castilla...

1 comentario:

sonia ducal dijo...

Me gusta cuando metes caña. Pero recuerda: Atiza a todos y que cada cual lleve su parte :)