lunes, 13 de noviembre de 2006

Que jroña que jroña.

Grande, grande es el misterio del amor. Si bien, uno está una sóla vez enamorado, o eso se suele decir, y quizás sea cierto, no digo que no, y a pesar de que mis amigos y yo nos enamoramos varias veces cada día que salimos de fiesta, si que es cierto que siempre queda algo con alguien que te ha sido especial. Y con cada cual algo diferente, pero es con esa primera persona con quien mejor has estado o mejor estás, la que más te marca y la que recibirá las comparaciones de todas las posteriores. Ese será el estereotipo que buscarás durante un tiempo, o ya para siempre, y de nada te sirven otras guapas u otras majas, porque no. Tú siempre seguirás con tus pensamientos sobre la misma persona. Buscarás alguna que tenga su misma cara, su mismo cuerpo, su mismo pelo. Y asi me está pasando a mi, su mismo pelo... Qué triste, what a pity, dicen los de habla inglesa, pero ya es triste que yo, repetidor por inglés, alumno de los que siempre, cero, cero, de los de más cero y fijo en las recuperaciones, sea el Relaciones Públicas de la asociación de estudiantes más grande de Europa, en su sede de León. Qué complejo es el mundo. Y cuánto más si me ven y sorprenden mis profesoras de inglés de antaño. Y es que la vida cambia mucho, y ahora, voluntariamente, me apunté a un curso de inglés. Y voluntariamente me esfuerzo por aprenderlo, y practicar, y poco a poco intentar hablar más y más. Por eso, cuando una griega me ha vuelto a abrir la esperanza de un amor olvidado, me pregunto si tendré que saber griego, o ese inglés que todo el mundo habla. ¿Para qué apuntarme, papá, a matemáticas II y no a griego en el colegio?. Quizás ahora lo sacase más provecho... más que a las mates fijo... El caso es que yo aprendo inglés, porque el griego ni se me pasa por la cabeza... lo primero ya es el alfabeto, que es diferente, y "no está el horno pa bollos" y la pobre aprende español, porque al fin y al cabo, mis piropos son en habla hispana. Así que hacemos un spanglish que no es que sea muy ortodoxo, pero tampoco muy católico, aunque es de mayores no entender, cómo un chaval de Villaobispo habla con una ateniense cada día sin abrir la boca. Así que sin más os dejo, que el botón del Messenger ya luce. Me habrá enviado un nudge...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya vaya Oscar!! Desconociamos aqui en Zaragoza esta vena poeta tuya ¿eh? Aunque nos hubiese gustado un breve comentario hacia las 900 personas que estuvieron en Napoles y no eran d habla griega! :D
Bueno esperamos ver las fotos

un saludo y muchos besicos al rey del giros

la reina del kebab

Anónimo dijo...

Lo tendrás... lo tendrás...