martes, 31 de agosto de 2010

Se abre la veda

El gol de Llorente abrió una nueva temporada. Una liga con nuevas ilusiones, con nuevas caras. Ahí vienen los guapos de un equipo, esas estrellas de poster y portadas de carpetas, esos entrenadores de cabecera y titulares de prensa, de palabras llenas de doble sentido aquí o allá, depende. Ahí están los otros, esa marabunta de jugadores a los que no llaman jugones, pero que llenan las plantillas de tabla para arriba, alguna sorpresa habrá; y esos otros, pobres, que siguen luchando por sacar un punto, tres puntos, la cabeza fuera de esa línea roja, o ese farolillo.
Nombres propios, motes, sin apellidos internacionales y otros como Erasmus en España…
De nuevo las quinielas buenas, no las del mundial, de nuevo éstas. Uno equis dos, no hay pleno. Transistores de paseantes de fin de semana. Domingueros con la radio en la mano y mujer y vecina a cinco pasos. Auriculares de trenes, sintonías de gol en los coches que pasan por las calles con la ventana bajada; y yo en el semáforo, buscando el autor o quién… ¡que no sea a mi equipo!.
Presidentes fardando de camisa y traje quién sabe si no de Lefties, gordos, sin puro ya pero de barriga repleta. Comilonas con los vices, secretarios y otros adjuntos, pelotas de corbata que suman un punto más de enfoque en el palco. Periodistas, cámaras, antenas, emisiones, reportajes, programas… todo está a punto. Todo ha arrancado. Todo desde la primera vuelta del Rey en manos de un colegiado de doble apellido y una escuela, que será criticado por ti, por mí y por todos mis compañeros. ¡Qué malo, uh, fuera!. ¿Pero no lo viste? ¡Es imposible no haberlo visto!. ¿Cómo que fuera de juego?
Jugadores, mercenarios millonarios de hoy en día, besucones de escudos que cambian al mínimo interés de otros colores. Rajadas descomunales, problemas de indisciplina, broncas de vestuario, charlas de qué estamos haciendo o no nos confiemos…; amores de padres de benjamines, ídolos de alevines, héroes de infantiles, querer ser de cadetes… lo que era y quién soy de aficionados...
El balón echó a rodar, y Llorente ya me creó la primera incógnita. ¿Qué vendrá después?

1 comentario:

Luis Simón Albalá Álvarez dijo...

Y habrá una disculpa para salir al bar a tomar una sidra...