martes, 10 de julio de 2012

¿Es ésta la Democracia que queremos?



Publicado en www.cronicasdemibarrio.com / Savia nueva, Óscar Ronda /
Cada día están más cerca. Vienen y no paran. Sin descanso, y haciéndose eco cada vez más en la prensa. Normal, ya lo he dicho otras veces. Es tocar Madrid y llamar la atención. Las batallas de Ciñera, las carreteras cortadas entre León y Asturias, las cargas policiales, los encerrados en las minas, en la Diputación… nada, apenas un minuto en el telediario. Y la guerra de Pola salió porque hubo una madre y una niña heridas…
¡Que vienen, que vienen! grita alarmado Soria. ¡Mariano! ¿Qué hago? ¡Que vienen a por mí! Grita una y otra vez el Ministro, que asustado por lo que pueda pasar esta semana, aporrea la puerta de la Moncloa sin encontrar solución. Mariano está más preocupado parece por lo que dice la Merkel, por ganarse la confianza de Hollande y por seguir en el mismo bando del suo amico Monti. Por fin hará declaraciones por lo que pasa en el interior de lo que gobierna. Y mientras, el otro, el que llamo doble de Aznar (aunque más alto y sin bigote) se alarma por momentos. Déjame que te cuente, Soria, que no sería correcto aceptar la presión violenta, porque si ésto es así, otros harán lo mismo, hará violencia en las calles, y para conseguir cualquier cosa, habrá que usar la fuerza. No, no me gustaría. Aunque es una papeleta, lo sé.  No me gusta tanta violencia minera. Se están pasando.
La marcha negra pisa Madrid. Vienen a por él. Y no sabe qué hacer. ¿Reafirmarse? ¿Recular? ¿Sentarse a debatir? ¿Dimitir?
Se cargaron a Morano, ex alcalde de León, que se salió del partido por defender a sus paisanos. Algo lógico, libertad de expresión, ¿no? Pues parece que no. Se deben al partido, no a sus votantes. Fuertes declaraciones que no hacen más que confirmarme que los votantes no somos más que números, que bien manipulados otorgarán unos poderes para que los jerifaltes elegidos hagan y deshagan a su antojo. No ahora: Siempre. No por estos colores: Siempre.
La democracia se tambalea. Los pobres somos más pobres y los ricos más ricos. La clase media cada vez es más escasa y se hace más difícil saltar y escalar. Como más difícil será caer desde tan alto. Sólo un escándalo parece hacerte bajar a los infiernos, y una buena Quiniela o Lotería te permitirá codearte con los hijos de aquellos que se permiten un MBA. Y si no lo tienes, se cortará tu escala empresarial. Y nunca podrás, tú, pobretón, ocupar un puesto que un hijo de político, empresario o afortunado, tendrá por descendencia. ¿Es esa la igualdad de oportunidades que queremos y que perseguimos con la Democracia? ¿Qué deberíamos hacer?

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