martes, 13 de noviembre de 2012

Ya suena la Internacional...




Ya suena la Internacional. Cándido y Toxo arman filas. Al frente, el empresario, el rico, el Gobierno.

Los rojos se alzan una vez más. La suerte está echada. Han perdido energía después de las últimas batallas, y la ruptura del pacto con los nobles les lleva a armar a las clases obreras. Una vez más, son la carne de cañón. Son la parte perdedora. Sus dirigentes se han cruzado el país para armar de furia a las masas, para explicar la realidad a su manera. Los rojos se alzan. Las partes bajas de la sociedad observan el pasar del tiempo, y la situación no mejora. Es hora de salir y gritar. De correr hacia alguna parte buscando la salida de un mundo que no funciona. No es su culpa. Pero ellos pagan los excesos. Los enseñaron a vivir así, y ahora un golpe duro y seco los machaca y hunde en la miseria. Poco más se puede escurrir. No hay más de dónde sacar. El obrero clama justicia, y se descubren los fraudes y timos de los nobles. Una vergüenza a gran escala. Un ridículo internacional. Las pancartas están preparadas. Los lemas, las consignas, las banderas. Todo está dispuesto en las filas obreras.

Ahí vienen otra vez. Han vuelto a movilizarse. Los empresarios temen por sus negocios, cierran. ¿Hacen huelga? Ellos no, pero si sus empleados la hacen los recortarán el sueldo. Normal, no se trabaja, entonces no se cobra. ¿Opresión hasta qué punto? Están apretando y recortando. Talando derechos sociales y vidas a las que enseñaron a vivir así. Es lo que nos queda. El derroche anterior lo pagan los de ahora. Pero hay mucha oscuridad en sus asuntos. Muchos cabos sin atar. Hay factores que se descubren convirtiéndose en el foco de la ira de la revuelta. Cierto es que antes vivían bien, y que ahora es un palo muy duro. Pero hay cosas que nos ocultan. Hay números que no sabemos. Números que hincharon y que ahora tratan de cuadrar a cuenta de los de abajo. El recorte parece excesivo, y muchos se preguntan ¿dónde está yendo todo eso que se recorta? Las masas se alzan culpando al empresario. El Gobierno dicta unas leyes que favorecen a los suyos. Que favorecen a los nobles. La Iglesia da el visto bueno, Dios así lo quiere. Está en el bando rico, pero más le suplican desde el otro. 

Mientras ambas partes se miran fijamente, silenciosas, una música rompe la calma que precede a una batalla.

Arriba, parias de la Tierra.

En pie, famélica legión.

Atruena la razón en marcha,

es el fin de la opresión.

Del pasado hay que hacer añicos,

legión esclava en pie a vencer,

el mundo va a cambiar de base,

los nada de hoy todo han de ser.

Agrupémonos todos,

en la lucha final.

El género humano

es la internacional.

(bis)

Ni en dioses, reyes ni tribunos,

está el supremo salvador.

Nosotros mismos realicemos

el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga

y el mundo siervo liberar,

soplemos la potente fragua

que el hombre libre ha de forjar.

Agrupémonos todos,

en la lucha final.

El género humano

es la internacional.

(bis)

La ley nos burla y el Estado

oprime y sangra al productor.

Nos da derechos irrisorios,

no hay deberes del señor.

Basta ya de tutela odiosa,

que la igualdad ley ha de ser,

no más deberes sin derechos,

ningún derecho sin deber.

Agrupémonos todos,

en la lucha final.

El género humano

es la internacional.

(bis).

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