viernes, 2 de noviembre de 2012

Somos de pueblo, muy de pueblo


Publicado en DIARIO DE LEÓN 31/10/12.

Somos de pueblo, muy de pueblo. Nos alejamos de grandiosidades y búsquedas de tesoros, de eventos con pompa y crecimiento costero. Somos de interior, tú, que parece que no te das cuenta. Sentimos amor cuando vimos las ovejas por Madrid, qué ricura, una vez al año. Pero nosotros las tenemos a diario. Basta con dar dos zancadas de más desde la Catedral y ves los pocos rebaños que quedan, ahí por esas tierras de los pueblos del alfoz que se queman en verano y que gualdas y abrasadas sucumben a la nieve y abandono un año más.

Somos de pueblo, lo digo y lo veo. Nos alarmamos con un crimen y ponemos el grito en el cielo con cuidado de no pisar un barrio entero, no sea que en la noche de los Santos nos persiga uno vestido de muerte verdadera. Esperamos a que llegue el invierno, como los de Invernalia, y volvemos a salir en la tele porque caen los copos, no porque haya otra cosa mejor que ver. Nos alegramos con historias de cualquier tontorrón y textos como éste que nos hacen caer en la cuenta de que mientras otros estrenan palacios, se visten de gala, reciben al Papa, conservan su aeropuerto, carreras de las que manejan pasta, salidas de vueltas al mundo de ricos, vuelos al extranjero… tienen futuro para sus jóvenes, no ahora, pero al menos empresas e industrias que den algo de trabajo, o inquietudes por defender una identidad de un pueblo, región o historia. Nosotros en cambio ponemos de portada y no hablamos de otra cosa en los bares que de la inauguración de siete kilómetros de los ciento y pico que aún quedan por hacer de una autovía a la ciudad más cercana sin montañas de por medio. Del pobre muchacho que cayó en medio de la Calle Ancha y del día que aguantó cada uno hasta encender la calefacción en casa.

Triste, muy triste, pero somos de pueblo, cazurrones, cabezotas que nos emperramos con cualquier cosa mientras no vemos cómo nos eliminan nuestros recuerdos, tradiciones, historia, pueblos, juntas vecinales y demás identidades… ¡y si nadie lo remedia, nos quitarán hasta las ovejas!

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