viernes, 28 de marzo de 2014

El Santo Grial cazurro

Publicado en DiarioDigitalDeLeon.com el 28/03/14.

Tráigame esa copita guapa, que lo que hasta ahora era de Doña Urraca dicen que era antes de otros tantos. Que de la casa de José de Arimatea y aquella cena tan mítica, se quedó por Jerusalén y de allí llegó a El Cairo, y los egipcios se la regalaron al emir de Denia, que a su vez la envió a Fernando I, que como buen padre, dejó en herencia a su hija Urraca. La decoró y dio forma propia, era una copa que ya tenía unos mil años, y desde entonces hasta ahora, la copa estuvo ahí, librándose de la expoliación, de Almanzor, de las barbaries francesas, de la Guerra Civil y de los silencios de la Autonomía. Ahora va el cabildo, sube el precio de entrada del museo, Margarita publica todo esto y se crea un jaleo clave para ampliar no solo las visitas al templo y Panteón Real, sino al resto de la ciudad de León y alrededores… y todo ello, justo antes de la Semana Santa. No me digan que no es un plan de marketing excepcional.

Que digo yo que como la copa ha estado más tiempo atribuida a una posesión de Doña Urraca, no estaría bien cambiarla de nombre… aunque se lo estamos cambiando a todo... Tampoco olvidemos que ha estado en una Colegiata dedicada al Doctor de las Españas, un sabio sevillano, quillo… y que Urraca era de Zamora, que sí, que de aquella época era León, pero hoy en día es una de las nueve de Castilla y León. Que como hay que ir todos a una, propongamos verter en ella un vino coyantino con un queso de Valdeón, es decir, buenos productos Tierra de Sabor, digamos que el Santo Grial lo trajeron unos soldados castellanos y dejaron a buen recaudo en León hasta que Valladolid se fundase. Y es más, dirá entonces el leonés de a pie, el cazurrón, el de toda la vida, ese que está cansado de ver cómo han vuelto a saquearle su propio patrimonio… ¡qué copa o qué santo qué, si aquí bebemos a morro del caño!     


Epitafio del Santo Grial: Antes de buscar dos mil años y por todo el mundo una bendita copa, aseguren que hubo una Santa Cena.

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