domingo, 17 de enero de 2010

¡Adiós al internet, abuelo!

Uno de estos personajillos que te puedes cruzar cualquier día por la calle es este tío, majete, qué burla, y coyantino por trabajo, que reza y resalta en una entrevista que leí esta mañana buscando yo que sé en Internet, que no cesará en su cargo hasta no tener su villa un nuevo centro de mayores donde caer por las noches, y una caseta de juego y divertimento para el día. ¡Viva la jubilación!. Ya legó en su día, un engominado, unos parques en su barrio y unas licencias fáciles de bares y movida que hiciesen olvidar aquella charca donde pescaba mi padre. Si, si, podéis ver las fotos en la red. Bueno, eso si aún la conserváis. ¡Madre, que no vemos la paja hasta que se nos mete en el ojo! Aquel proyecto de llevar Internet al medio rural, y que ya estaba establecido, cayó con el nuevo año. Pum, efecto 2000, no, perdón, 2010, con retraso… como todo por estas tierras…

Uno que compra trajes siempre con visto bueno de su mujer viene a cantar en prosa que pueden hacerse otras cosas. Que hay crisis. Lo sabemos. Pero ya lo sabíamos antes. La gente del pueblo, (de unos cien pueblos), usaban los cibercentros y ya no ponían cebos al ratón… ahora se quedan sin Internet. Toma y te lo quito. No lo supe antes. Ahora me di cuenta... Tranquilos, pondré un centro de día. Con muchos ordenadores. Con muchas mesas para jugar al dominó. ¿Qué es si no un medio rural sin sus cartas? ¿Qué harán los funcionarios de correos? Dejad el email, escribid y comprad sellos. Enteraros de las noticias con los periódicos que os llegan a medio día. Leed el correo de ayer. Debatid en los bares… Y dejad las nuevas tecnologías en la ciudad. ¿Veis como si que hay alternativas…?

No hay comentarios: