jueves, 19 de enero de 2012

¿Quiénes eran los Reyes Magos?


Hoy es el día de Reyes y tradicionales son sus cabalgatas, los regalos y demás, pero ¿queréis saber algunas curiosidades de los Reyes Magos? Pues os las cuento.

Se dice, según la tradición católica, que unos magos llegaron de Oriente trayendo regalos al recién nacido Jesús. No se especifica que fueran reyes, ni cuántos fueron, si bien por lo entregado se redujo el número a tres: Oro, incienso y mirra. Todos sabemos lo que son los dos primeros, y siempre nos preguntamos por la mirra, pues no es más que una sustancia aromática arenosa, algo que poseía la gente de poder en aquellos tiempos y que por no saber, desechó por ejemplo, la madre de Brian.

Os dije que llegaron de Oriente, y puede deducirse ya que la palabra “Mago” derivó desde el elamita, persa y acadio (ma-gu-shu) al griego (magós) y latín (magi). Y en aquel tiempo se denominaba así a los sacerdotes medo-persas.

Más tarde la tradición situó a los reyes con sus tropas llegadas de Persia, Babilonia y Asia y por último idealizaron las tres imágenes con los tres continentes conocidos, Europa, Asia y África, a su vez descendientes de los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet. Estamos en el siglo XIV, cuando se pintó al tercero de color negro y situando primero al mayor con 60 años, el segundo con 40 y con 20 años al último y más joven.

En la Edad Media y la Florencia de los Medici serán éstos quienes saquen a relucir los mejores presentes y galas y se paseen por la ciudad haciendo ofrendas y creando un ambiente festivo, dotando de interés y alegría la celebración de la Epifanía. De ahí la idealización de reyes, con regalos, con las tradicionales cabalgatas.

Es en el Evangelio de Mateo donde se menciona la llegada de unos magos que siguen una supuesta estrella que los guía hasta el “Rey de los Judíos que ha nacido” modificando con el tiempo la fecha de la previsible primavera, pues ahí están los pastores acercándose y adorando al niño, hasta el solsticio de invierno, donde no habría en la zona de Belén cañadas de pastores y además, coincidiendo con la prevista y futura llegada del segundo “Salvador”.

De esta forma, un evangelio apócrifo armenio del siglo V los denomina Balthazar, Melkon y Gaspard. El tiempo y las especulaciones dicen que Santa Elena, madre del Emperador Constantino, una vez muerto Cristo y recogiendo la cruz donde fue crucificado reunió por toda Persia los restos de los tres sabios que se habían postrado ante él siendo niño, y los introdujo en un gran sarcófago de granito que mantuvo en Constantinopla, lo que hoy llamamos Estambul.

En el Siglo XII, y con la segunda cruzada, el emperador bizantino Manuel I regaló la tumba al obispo de Milán, San Eustorgio, y allí permanecerían los restos, en la gran iglesia a su nombre a extramuros de la ciudad, hasta que Federico Barbarroja, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico ataca Milán y se hace con las reliquias. Inmediatamente se las lleva a Colonia donde se realiza el mayor relicario de la Cristiandad y albergándose en su catedral, a su vez, el monumento alemán más visitado.

Allí se encuentran en la actualidad, en el altar mayor, al menos en parte, ya que en la iglesia milanesa, y tras muchas peticiones, les fue devuelto una tibia, un húmero y un esternón gracias a las gestiones del Cardenal Ferrari, arzobispo de Milán a finales del siglo XIX. Lo demás, en la patria del Papa.

Fuente: Mi espacio de opinión semanal "Savia nueva" en el digital cronicasdemibarrio.com http://www.cronicasdemibarrio.com/categorias/cronics/savia-nueva/

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